El Ayuntamiento instalará sus primeros radares fijos para vigilar el punto negro de la Tercera Ronda

El Ayuntamiento instalará sus primeros radares fijos para vigilar el punto negro de la Tercera Ronda
El punto negro de la Tercera luce ya la nueva señalización | quintana

La ola de accidentes que ha tenido lugar en el punto negro de la Tercera Ronda ha convencido al Ayuntamiento de que es necesario instalar radares fijos, que serán los primeros sancionadores de titularidad municipal en la ciudad. El alcalde anunciaba esta medida horas después de que se conociera la última salida de vía, a las siete y media de la mañana, que había dejado a una mujer herida, aunque de carácter leve: una simple lesión cervical.
Los últimos siniestros no han dejado heridos que lamentar, aunque los destrozos tanto en las infraestructura como en los vehículos han sido graves. Pero es cuestión de tiempo que se produzca un accidente de mayor gravedad, así que la Concejalía de Movilidad decidió actuar. La nueva señalización, que había anunciado el Ayuntamiento la semana pasada, se implantó justo después del último siniestro: señales de peligro y de límite de velocidad de 60 kilómetros por hora, 20 menos que antes, para tratar de reducir el peligro que se ha puesto de manifiesto en la última semana, en la que se han registrado cinco salidas de vía. “Imos poñer tamén radares na zona. Creo que están máis que xustificados”, reveló Ferreiro.
El Gobierno local quiere invertir parte del supéravit del año pasado, de doce millones de euros, en adquirir e instalar este radar. Sin embargo, la falta de apoyo del PSOE En el último pleno, celebrado el lunes, le obliga a retrasar sus planes, como denunció el alcalde: “A nosa intención invertir o superávit en moitas cousas. Entre elas, esta: é un investimento en seguridade”.
Medida paliativa
Sin embargo, el regidor reconoció que el problema no es solo el exceso de velocidad. “Habrá que ver se se pode acometer alguna corrección na infraestrutura”, comentó. Según parece, el Ayuntamiento ha detectado fallos en el diseño original de la Tercera Ronda, que habrían contribuido a hacer del tramo situado entre la carretera de Baños de Arteixo y Severo Ochoa un punto especialmente peligroso. “Un problema de diseño inicial que a estas alturas é difícil de revertir pero estamos estudiando algún tipo de medida paliativa”.
Sobre cuáles son exactamente los fallos de diseño, Ferreiro no se extiende demasiado: “un pouco de todo”. Por un lado, está el pavimento, puesto que se sospecha que puede ser deslizante o estar mal peraltado. Por otro, la superficie deslizante que ofrece la junta de dilatación del puente que salva la carretera de Baños de Arteixo. Estos problemas se exacerban cuando llueve, de ahí que se produzcan los patinazos que llevan a las salidas de vía y las colisiones contra los muros de protección de cemento. “Son os que combinados poden facer ese tramo un pouco mais proclive a accidentes”, concluyó Ferreiro.
El Ayuntamiento sabía desde hace meses que el tramo de la Tercera Ronda era peligroso, porque existe un informe de la Policía Local que incide sobre el problema de la junta de dilatación, una banda metálica que une el puente con el resto de la calzada y que resulta deslizante cuando está mojada cuando los coches frenan sobre ella para tomar el desvío a Marineda City en dirección salida. En dirección entrada, los desvíos suelen producirse justo antes del desvío a Severo Ochoa, por lo que se considera que un fallo en la pavimentación puede hallarse detrás del problema que ha generado este punto negro en la Tercera Ronda.

El Ayuntamiento instalará sus primeros radares fijos para vigilar el punto negro de la Tercera Ronda

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