9º-16º
martes | 23 abril | 2024
La concesionaria de la planta de tratamiento de residuos de Nostián tiene tres días para retirar los residuos que se acumulan desde hace meses o el Ayuntamiento lo hará de manera subsidiaria.
Esta es la decisión municipal ante la falta de una solución por parte de Albada, concesionaria de la planta, a quien se le hizo el tercer requerimiento para acabar con esta situación desde que comenzó el pasado 22 de abril. En esta ocasión, con el añadido de una advertencia de retirada subsidiaria.
La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, aseguró que durante todo este tiempo mantuvieron contacto constante con Albada y que las conversaciones no se rompieron, pero la situación es “insostenible” y eso les llevó a dar este paso. Además, confía en que la empresa les dé una respuesta dentro del plazo estipulado.
La gestora de Nostián tiene tres días para cerrar el acuerdo y transmitírselo al Ayuntamiento, pero la retirada no será inmediata ya que en la planta hay entre 10.000 y 12.000 toneladas de rechazos, residuos que no se pueden reciclar.
Esto implica que la concesionaria tendría que acabar con la acumulación en un plazo máximo de cuatro meses, lo que supondría retirar entre 135 y 150 toneladas al día a través de una media de 25 camiones. El traslado de los rechazos se produciría entre lunes y viernes y siempre en horario diurno. Además, en caso de que sea la empresa la que se haga cargo, deberá informar diariamente al Gobierno local sobre la salida de los residuos. Este plazo de cuatro meses coincidiría justo con el final de la concesión, que se producirá el próximo 1 de enero.
Según la concejala, que la empresa todavía no haya cerrado un acuerdo responde a una “cuestión económica” ya que piensa en sus “beneficios”, una postura contraria a la del Gobierno local.
En caso de que finalmente sea el Ayuntamiento el que tenga que hacerse cargo, los responsables municipales cuentan con tres presupuestos diferentes para contratar el servicio de traslado y gestión de los residuos, entre los que el de Sogama es el “más alejado” de sus pretensiones por lo que apostarían por un vertedero privado, ámbito al que pertenecen las otras dos ofertas. Según la concejala, a la hora de decidirse tendrán en cuenta el precio pero también las garantías, para asegurarse de que no se producen contratiempos.
La edil explicó ayer que “el incumplimiento de las obligaciones llevaría aparejado una ejecución forzosa”, que la “situación es crítica” y que se enfrentan a un “grave peligro”.
Prohibición
Esther Fontán recordó que este problema se fraguó cuando la Dirección Xeral de Medio Ambiente prohibió el depósito de residuos de la ciudad en el vertedero de Grixoa, en Santiago.
Entonces se empezaron a acumular los rechazos en diferentes zonas al aire libre de Nostián y hasta llegar a la situación actual, en la que los residuos se están acumulando también en las vías de acceso a los vasos de planta, lo que dificulta el tránsito y provocando un “grave riesgo” para los trabajadores.
La seguridad del personal es una de las prioridades del Ayuntamiento para poner solución a este problema, a lo que hay que añadir la “calidad ambiental”. “Nos debemos a la ciudad, tenemos que dar una respuesta para que el aire y las condiciones de salubridad sean las idóneas”, explicó Fontán.
Los técnicos del Ayuntamiento llevan meses haciendo un seguimiento de la situación que incluye dos visitas cada semana a la planta. En el último recorrido se hizo una revisión sobre el cumplimiento de medidas adoptadas para evitar incendios por la acumulación de rechazos a la intemperie, la aparición de roedores y de larvas en la nave de compostaje o que el lixiviado fuese a parar a la red de saneamiento, así como la puesta en marcha de otras tareas en la instalación.
