El Ayuntamiento cierra de forma definitiva el centro Abeiro para sintecho por irregularidades

El Ayuntamiento cierra de forma definitiva el centro Abeiro para sintecho por irregularidades
El centro Abeiro se cerró el miércoles por orden municipal | quintana

Después de dos años abierto, el centro Abeiro de baja exigencia para sintecho cierra definitivamente sus puertas en medio de la polémica. El Gobierno de Inés Rey considera que las instalaciones no cumplen con las normativas ni cuenta con los permisos necesarios. El centro ya recibió una multa de la Xunta en 2017 por este motivo y el Ayuntamiento considera que no puede arriesgar el bienestar de usuarios ni de personal. La concejala de Servicios Sociales, Yoya Neira, señala que es una cuestión de responsabilidad: “Si ocurriera algo ahí dentro, ningún seguro se haría cargo”.

El defecto que padece el centro se reduce a que sus dimensiones no son las correctas, porque su techo es demasiado bajo. Ni siquiera es posible realizar una reforma para adaptarse a las normativas vigentes porque simplemente no hay espacio suficiente. Según los cálculos municipales, las obras dejarían el espacio de la plaza de Luis Rodríguez Lago (en las viviendas de Orillamar) sin los metros mínimos necesarios que la Xunta exige para este tipo de centros. Para paliar el cierre de este espacio, la Concejalía de Servicios Sociales potenciará el dispositivo de frío (que asiste a los vagabundos en los días del mal tiempo, trayéndoles mantas, comida y bebidas calientes). Ese servicio se realiza a través de un convenio con Cruz Roja.  

Todos los días desde 2017

El Centro Abeiro se abrió en junio de 2017 y en ese año atendió a 167 personas 3.429 veces. En 2018 la cifra se incrementó en un 62,4% alcanzando las 5.122 atenciones. Su presupuesto en ese ejercicio fue de 193.032 euros. La unidad atendía a las personas sin hogar directamente, sin cita previa mediante un servicio de atención básica nocturna de prevención hacia estas situaciones de exclusión.

Su apellido “de baja exigencia” se debía a que las normas eran más laxas que en otras instituciones como Padre Rubinos. Ofrecía entrega de comida, servicio de consigna, de pernocta, seguimiento y control de los itinerarios de inserción social, además de colaboración con las distintas entidades de apoyo social. El Centro Abeiro estaba abierto todos los días del año, de 21.00 a  08.00 horas. De las 15 plazas que ofrecía el centro, la media de ocupación diaria fue de 14 y nunca hubo menos de diez usuarios.

El Gobierno de la Marea Atlántica tenía prevista la apertura de otro centro, algo que nunca se llevó a cabo, pero siempre destacó la buena marcha del establecimiento, que contaba como una de sus iniciativas más importantes de un Gobierno, el de la Marea Atlántica, que tenía muy a gala destacar el gran gasto social que llevaba a cabo, y que lo situaba a la cabeza de las ciudades de Galiciaen ese campo, como le gustaba recordar a Ferreiro.

Otras entidades

Ahora queda la cuestión de cómo se va a paliar la ausencia de esas quince plazas. Según el Ayuntamiento, ya han hablado con la Asociación Comisión Católica de Española de Emigración (Accem) y la Real Institución Benéfica Padre Rubinos para que puedan cubrir entre las dos entidades las 15 plazas o la mayor cantidad posible. Por otro lado, la concejala de Servicios Sociales, recuerda que los empleados de la concesionaria, que mantiene el contrato hasta febrero del próximo año, no están despedidos: “En el contrato figura que pueden trabajar a pie de calle”, señala Neira que, por otro lado, asegura que el Gobierno local está trabajando ya en localizar una nueva ubicación para reabrir el centro.

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