Al Ayuntamiento se le acumulan las calles que necesitan un nuevo asfaltado

Al Ayuntamiento se le acumulan las calles que necesitan un nuevo asfaltado

Cada vez que se celebra un encuentro de los vecinos, sea del barrio que sea, el concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, insiste en el mismo punto: que para el Gobierno local es una prioridad llevar a cabo esas pequeñas obras de mantenimiento que tanto mejoran el día a día de los coruñeses que tienen que transitar por calles llenas de baches. Por supuesto no todos los barrios se encuentran en igual estado: la pavimentación se halla mucho mejor en las calles del centro de la ciudad, quizá porque son las más utilizadas, mientras que los vecinos de los barrios periféricos llevan años esperando que una nueva capa de asfalto cubra todos los baches, a pesar de que el Gobierno de la Marea Atlántica haya denunciado el abandono de la periferia a favor del centro. “Horrible” o “deshecho” son algunos de los adjetivos que los representantes vecinales suelen emplear para definir estas calles abandonadas.
No solo lo notan los vecinos: los profesionales del volante, que recorren la ciudad constantemente, saben donde tienen que estar preparados para evitar baches. Por ejemplo, en el paseo de O Parrote, por donde solo los vecinos y el transporte público pueden circular. El presidente de la asociación mayoritaria, Teletaxi, Manuel Sánchez Quindimil, señala que el asfalto está en muy mal estado en la carretera que rodea al Ciudad Vieja, con pegotes de asfalto que producen constantes saltos. “Está deshecho”.


“Horrible, horrible”, es como define Noemí Ferreiro, la presidenta de la asociación de la Sagrada Familia la calle de Nuestra Señora de Fátima, que atraviesa este barrio de parte a parte, desde la ronda de Outeiro a la de Nelle. Allí, los numerosos baches harían imposible circular a gran velocidad, incluso si no hubiera zona 30. La lista de su colega de Os Mallos, Aida Antón, parece el callejero completo del barrio: San Luis, Oidor Gregorio Tovar, Ramón Cabanillas, Vizcaya, Ángel Castillo y la ronda de Outeiro. A estas podrían añadirse otras, como la de Ribadavia, cuyo estado hace parecer que no haya sido asfaltada en cuarenta años.
En cuanto a la ronda de Outeiro, también el presidente de la asociación de vecinos Oza-A Gaiteira-Os Castros, Paulo Sexto, destaca esa vía como una de las peores de su barrio, sobre todo en el cruce con la calle de González Chas, donde el firme aparece agrietado y desnivelado, lo que se nota especialmente en un punto en el que los coches suelen circular a cincuenta kilómetros por hora. Mientras, en Monte Alto, vías como Vereda del Polvorín presentan un deteriorado aspecto, sin contar los numerosos callejones con los que cuenta el barrio, como el del Pintor Román Navarro, donde se aparca sobre charcos.
Todos estos son barrios antiguos, pero otros más recientes como Los Rosales también acusan la falta de mantenimiento es sus calzadas: sobre todo la principal, la calle de Manuel Azaña, donde también están pendientes de reponer los badenes arrancados por el continuo paso de vehículos, y que ya no sirven para limitar los excesos de velocidad.

Zonas semirrrurales
Otro tema que el Gobierno de Xulio Ferreiro asegura que le preocupa son las comunidades semirrurales que se encuentran en la periferia, y que también acumulan años de abandono. En algunos casos se están llevando a cabo obras que los vecinos llevaban reclamando desde hacía años, como la de Correlo en Féans, donde por primera vez podrán caminar sobre aceras en condiciones, pero aún quedan muchas “corredoiras” que convertir en calles:
En cambio, nada se ha hecho en la zona de A Silva y Cances, donde las estrechas calles continúan sin tener aceras y el pavimento muestra señales de sucesivos rellenos, como denuncia la asociación de O Ventorrillo cuyo presidente, José Ángel Souto, reconoce que las calles de la zona urbana de su barrio sí están bien asfaltadas. En estos espacios semirrurales, el Gobierno local señala que gran parte de la urbanización debe correr a cargo de las empresas constructoras, puesto que entran dentro de los Planes Especiales de Mejora del Desarrollo (PEMD), aunque Varela había prometido “a medio plazo” nu cambio de ordenamiento.

Intervenciones prioritarias
Pero incluso en muchos puntos donde el Gobierno local puede actuar, no lo hace o lo hace a medias. “Temos que ir dosificando as intervencións que facemos”, comentó recientemente sobre este tema Varela, que recuerda que en el área de la que es responsable se incrementó un 30% el presupuesto para reparaciones de este tipo: “Subímola moito”. No solo el asfaltado, sino también aceras y pavimentos. “Pero, claro, hai un montón de necesidades pola cidade”, reconoce el concejal del área. Así que su estrategia consiste en “atacar” primero las intervenciones que los técnicos entienden que son “prioritarias” o de mayor entidad.
Eso significa que, a veces, solo se renueva una parte de la vía y se deja para más adelante el resto, como pueden ser el caso de la ronda de Outeiro o de la avenida de Arteixo, que Varela cree que al última obra dejó en condiciones “aceptables”.
Eso ocurrió por ejemplo en la calle principal de Palavea la Vieja, donde el Gobierno local actuó instalando un paso de cebra con va en al calle de los Abuelos cumpliendo así una vieja reivindicación vecinal. Pero solo unos metros más allá, el firme se vuelve accidentado de nuevo.

Al Ayuntamiento se le acumulan las calles que necesitan un nuevo asfaltado

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