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miércoles | 17 abril | 2024
El túnel de María Pita volvió a ser el escenario de un siniestro provocado por un conductor que ignoró la señal de gálibo y dañó una de las tuberías que recorren el techo a las diez y diez de la mañana, según el registro de la Policía Local . El sujeto en cuestión, un turista alemán que viajaba al volante de una autocaravana en dirección a Monte Alto, resultó ileso.
El conducto dañado resultó ser uno de los que conducen el agua que abastece al sistema antiincendios, y el líquido comenzó a caer en tromba sobre el asfalto, empapando los coches que seguían circulando, de manera que fue necesario cortar el agua para prevenir que el túnel se inundara. Sin embargo, no fue necesario cortar la circulación, en ninguno de los dos sentidos, puesto que la avería se encontraba a la altura del aparcamiento subterráneo de María Pita y los operarios pudieron trabajar cortando el acceso al estacionamiento desde Monte Alto.
Los trabajos se prolongaron sin más incidencias durante dos horas más antes de que fuera necesario realizar un corte total de la circulación para concluir las reparaciones. El corte tuvo lugar entre las 13.28 y las 13.37 horas y no causó grandes perturbaciones en el tráfico, según la Policía Local, aunque a esa hora miles de coches toman el túnel para salir de la ciudad.
Suceso recurrente
Esta clase de incidentes, en los que un vehículo se atasca en un túnel, se repiten periódicamente en una ciudad como A Coruña, que ha llegado a depender mucho de sus túneles. No solo el del túnel de María Pita (3,2 metros), sino también el de Juana de Vega (3,9), se caracterizan por un bajo gálibo en el que resultan atrapados los vehículos de gran porte. En cambio, el tercer túnel, el de O Parrote (5), nunca presenta problemas porque la altura de su techo permite el paso de incluso los trailers más grandes.
Sin embargo, el túnel de O Parrote absorbe mucho menos tráfico que cualquiera de los otros dos, puesto que la mayor parte del tránsito se dirige a Monte Alto. También hay que tener en cuenta que la mayor parte de los siniestros están protagonizados por conductores que no conocen la ciudad, y que se limitan a seguir las indicaciones del GPS, sin prestar atención a las señales. A veces se quedan atascados en el túnel o, en el caso de los tráilers, en la estrecha de San Andrés.
Desde junio de 2016
El 21 de junio de 2016 se registró el primer siniestro en el por entonces recientemente inaugurado túnel de María Pita al quedarse atascado un autobús escolar, y desde entonces no han dejado de repetirse, pero cada vez más espaciados en el tiempo.
En parte, la razón es que no ha dejado de reforzarse la señalización, no solo a la entrada, sino en Alfonso Molina, para advertir a los despistados.
