Aumenta el número de personas que acuden al comedor de Padre Rubinos

El Refugio de Padre Rubinos es la institución de referencia para los sin techo en la ciudad. Cada día, su comedor benéfico sirve 130 almuerzos y cerca de 150 cenas, una cifra muy respetable que esta semana comenzó a aumentar. El personal del comedor se dio cuenta de que crecía la demanda este martes, y se ha mantenido durante toda la semana, por lo que todavía no saben qué pensar. Las teorías van desde una nueva oleada de personas en riesgo de exclusión social a un “efecto llamada”, provocado por la apertura de sus nuevas instalaciones.
Estas se abrieron en septiembre con su albergue de transeúntes al borde de su capacidad, porque incluye una residencia permanente para 40 personas donde se desarrollarán itinerarios sociolaborales de carácter personalizado para la reinserción laboral y social. Además, el bloque dedicado a la residencia de indigentes integrará un centro de día que abrirá durante todo el año.
Además, la entidad mantiene dos convenios de colaboración, uno con Cruz Roja y otro con Padre Rubinos, para respaldar dos de sus programas sociales, como son, en el primer caso, el Servicio Municipal de Urgencia Social (Semus) y, en el segundo, la iniciativa Calor y Café que desarrolla la entidad benéfica.
A este último, la Concejalía de Servicios Sociales destina 120.000 euros. El servicio Calor y Café permite una estancia cálida, descansos y desayunos a las personas con menos recursos. Los fondos de este convenio se destinarán a los gastos de personal y a la realización de los talleres, así como a otras partidas como luz y calefacción. El programa, que en 2013 llegó a los 358 usuarios, cuenta en la actualidad con cuatro trabajadores sociales.