El atractivo de los centros que son mucho más que “garajes de lujo”

La singularidad unida a la excelencia. Es lo que buscan los visitantes de los museos automovilísticos punteros en Europa y lo que propone la Fundación Jorge Jove para su Museo de la Automoción e Historia. Una combinación que se ha demostrado como garantía de éxito.
El complejo que la fundación coruñesa pretende levantar en la ciudad tiene sus precedentes en otros como los de Porsche, Mercedes –ambos ubicados en Stuttgart–, BMW –construido en Munich– o Peugeot –en la localidad francesa de Sochaux–, salvando la distancia fundamental de que el centro herculino no pertenecerá a una marca.
Esta circunstancia supone que el público objetivo del museo abarcará un segmento más amplio que en el caso de los complejos vinculados a una marca, que suelen atraer casi en exclusiva a los aficionados a los temas de automoción. La total independencia a la hora de montar las exposiciones, con más creatividad y diversidad, es una de las claves del proyecto, a la que se une el elemento diferenciador que supone elegir la tecnología y la ciencia para enriquecerlas.
El concepto de un museo que sea mucho más que un “garaje de lujo” es la base del Museo de la Automoción e Historia, que se presenta como un recorrido por las soluciones del hombre para satisfacer su deseo de movilidad.
En este contexto, los talleres, cursos y conferencias previstos complementan las muestras, como también lo harán los circuitos y actividades que completarán una oferta en la que el ocio y la formación van de la mano.
Esta idea de no limitarse a exhibir una sucesión de vehículos –aunque sin desmerecer su valor histórico y económico– la han adoptado los principales museos automovilísticos europeos. El ejemplo más claro es el Museo de BMW: en sus orígenes exhibía una colección de los modelos históricos de la marca y contaba con unas 100.000 visitas al año. La evolución de su concepto de “garaje de lujo” al de un complejo en el que apuesta por los talleres infantiles y juveniles supuso que en 2010 (año de referencia utilizado por la Fundación Jorge Jove en su anteproyecto para el Museo de la Automoción e Historia) superase los dos millones de visitantes.
Aunque menos llamativas, la mejoría en cuanto a número de visitantes de los museos de Porsche y Mercedes Benz ligada en ambos casos a una nueva concepción de museo son también relevantes. El primero pasó de los 80.000 visitantes a los 530.000, mientras que el segundo triplicó sus registros hasta alcanzar el millón de visitas.
Con estas premisas, y con una estimación conservadora, la Fundación Jorge Jove calculaba en 2010, cuando presentó su anteproyecto, que durante su primer año de vida por el Museo de la Automoción pasarían 250.000 personas. Una cifra superior a la que registró el año pasado el Aquarium Finisterrae, el museo más visitado de la ciudad.