Atocha se convierte en el epicentro de la fiesta para los niños de Monte Alto

  Fue una jornada festiva distinta de las demás la que se celebró ayer en la plaza de Atocha, en el corazón del barrio de Monte Alto.  Después de unos días tormentosos, y no solo en lo que a meteorología se refiere, el sol volvió a asomar y todos, pero especialmente los niños, pudieron disfrutar de una temperatura suave y de las atracciones infantiles. Volvieron a verse los hinchables que se habían instalado en el resto de los barrios, pero Monte Alto pudo contar también con la intervención del grupo de teatro de Aproinfancia.
Los miembros de esta ONG situada en la calle de La Merced acudieron para representar su función ante un público que se entregó casi tanto como los voluntarios que participaron en un número que combinaba música y baile. No es la primera vez que esta ONG, que pronto cumplirá un año de existencia, actúa ante un público infantil, pero sí que fue una primicia que los niños de Monte Alto tuvieran la ocasión de contemplar a los jóvenes de apoyar a las familias con niños sin recursos
El programa infantil se prolongó a lo largo de toda la tarde, así que también hubo tiempo para una de las actividades favoritas de agosto: la fiesta de la espuma, en la que docenas de niños chillaron al introducirse en la espuma que generaba la máquina traída  a tal efecto y soplando para ver como salían volando las pompas de jabón por un aire ligeramente fresco para la época del año.

Más fiestas > Aunque el epicentro de las actividades destinadas a la infancia fue ayer Monte Alto, otro de los eventos importantes se celebró al mismo tiempo en los jardines de Méndez Núñez. Allí, en el espacio libre que dejan las tres ferias que se celebran estos días en el espacio verde (la del Libro Antiguo y de Ocasión, la de los Continentes y la Herculina) actuó el grupo Mamá Cabra. La formación musical, famosa por sus canciones pensadas para los más pequeños, tocó algunos temas de su trabajo “Merlo blanco”.  
El grupo de música infantil lleva más de diez años actuando con un enfoque único para el público que tradicionalmente se considera el más exigente de todos y ese mismo estilo fue el que llevaron ayer al escenario de Méndez Núñez: participativo y didáctico, el espectáculo de Mamá Cabra animaba a los niños a acompañar con movimiento el ritmo de las canciones.
Fue sin duda uno de los mejores espectáculos infantiles en un programa, el de María Pita, que este año se distingue por la calidad de los grupos gallegos infantiles que están subiendo al escenario y a los que se añadirán, mañana, los actores de Trinke Trinke y el sábado, “Os Quinquilláns” con su trabajo “No fondo do mar”.