Si los agentes rasos de la Guarida Civil son expedientados con frecuencia, los mandos suelen librarse. “No se les abren expedientes ni se toman medidas cautelares con ninguno de ellos –asegura Mato– a pesar de que muchos están llevando a cabo prácticas que están prohibidas”.
UGC mantiene que es frecuente que los mandos empleen los medios del cuerpo para su propio uso, lo que sería apropiación indebida, una infracción administrativa muy grave. Puso como ejemplo al jefe de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia, el teniente coronel José Hermida, al que acusan de emplear un coche oficial con chófer para sus desplazamientos desde Perillo a su casa, que “duerme” en Betanzos, donde reside el conductor. “Tiene derecho a coche con chófer, pero para desplazamientos oficiales, no puede llevarlo hasta su domicilio y aparcarlo allí, en su aparcamiento particular”, insiste el secretario general de UGC.