El asaltante de la joyería Ragil será juzgado por un golpe anterior en otro establecimiento

El asaltante de la joyería Ragil será juzgado por un golpe anterior en otro establecimiento
el asalto a la joyería calvo tuvo lugar hace ahora tres años, el 11 de septiembre de 2010 pedro puig

El hombre que el pasado mes de febrero era retenido por varios comerciantes cuando trataba de huir tras perpetrar un asalto en la joyería Ragil, en la calle del General Mola, podría esta implicado también en un golpe anterior a otra joyería. La Fiscalía tiene indicios de que el quincuagenario de origen ruso, que la pasada semana era condenado a cinco años y medio de cárcel por el robo de joyas de febrero, es una de las tres personas que en septiembre de 2010 entraron en la joyería Calvo, en la Rúa Nova, y se hicieron con un botín valorado en 147.000 euros y compuesto íntegramente por relojes de alta gama, un total de 42, a punta de pistola.
Fueron los análisis de ADN de los vestigios recogidos en la escena lo que permitió identificar al ladrón capturado en febrero con uno de los tres delincuentes que hace tres años huyeron a pie, dispersándose en distintas direcciones, y dejando tras de sí las armas utilizadas y la ropa, que llevaban cortada y sujeta con cinta aislante para lograr desprenderse de ella con facilidad. Fue precisamente en una de esas prendas donde la Policía Científica encontró restos orgánicos que permitieron identificar a otro de los miembros de la banda, cuando este fue apresado por un asalto similar, perpetrado en otra joyería de la zona centro, la Romeu, tres meses más tarde.
Se trata de un hombre de nacionalidad brasileña, que ,según quedó probado en los dos juicios a los que fue sometido, intervino tanto en el robo de 2010 como en el de 2011, por el que fue detenido gracias a la acción del personal de la joyería, que logró desarmar y retener al ladrón hasta a llegada de la Policía.
En su caso, su implicación en los dos robos le ha costado una condena de 15 años y 11 meses de reclusión, aunque hay que tener en cuenta que, según se consideró probado, en uno de los asaltos llegó a intentar disparar contra el vigilante de seguridad, lo que le acarreó una pena por intento de homicidio. En su declaración, reconoció su implicación en el golpe a Romeu, pero aseguró que había sido contratado por una banda ucraniana para aquel “trabajo”.
En cuanto al segundo identificado en el robo de la joyería Calvo, su participación será sometida a juicio en las próximas semanas, como una de las tres personas que aquella mañana de sábado entraron con patas de cabra para formar las vitrinas expositoras, una pistola de aire comprimido y una esterilla negra para ocultar al exterior lo que estaba ocurriendo en el negocio.
El perfil genético del acusado de origen ruso fue igualmente detectado en las prendas que la Policía fue recuperando en el entorno de la joyería, y que según la grabación de la cámara de seguridad del establecimiento, habían sido usadas minutos antes por los ladrones. Resta conocer el valor que le da el magistrado encargado del juicio a esa prueba pericial, que en la anterior ocasión sustentó la condena. n

El asaltante de la joyería Ragil será juzgado por un golpe anterior en otro establecimiento

Te puede interesar