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jueves | 25 abril | 2024
El rector de la Universidad, Xosé Luis Armesto, anunció ayer que no volverá a ser candidato en las elecciones de 2016. Lo hizo en el acto de apertura del nuevo curso, en el que demandó a Europa que vaya hacia “una economía basada en el conocimiento” y con un modelo bien claro y definido, en un momento en que la institución que representa “tiene un problema de ingresos, no de gastos”.
Tras ocho años como vicerrector de Profesorado en el equipo de José María Barja y cuatro en el rectorado, Armesto decide no concurrir al proceso electoral que está a punto de empezar porque, de ser elegido a principios del año que viene, tendría que abandonar su puesto a los dos años, ya que no podría continuar cuando cumpla 70.
En su discurso, habló de que las universidades gallegas deben operar “en clave de sistema” siempre que busquen la complementariedad y que es necesario debatir sobre el modelo público, ahora “cuestionado en la práctica desde determinadas ópticas ideológicas”.
Armesto sostiene que la Universidad “pierde prioridad” en “las políticas sociales”, a pesar de ser un bien público y aseguró que la no convergencia con Europa quedó demostrada cuando los países tractores del continente reforzaron la investigación y la innovación con la crisis, mientras que “aquí tomamos el camino contrario”.
A lo largo de su intervención, Armesto recordó que los rectores piden “el fin de las medidas anunciadas en su día como coyunturales” y que si “se recupera la actividad económica”, esto tendrá que traducirse en un “modelo de universidad pública con financiación pública”.
Para el rector, “el gasto público universitario retrocedió a cifras del año 2006”, por lo que solicita “que se siga con rigor el principio de sostenibilidad financiera”.
Por su parte, el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, prometió el “mayor esfuerzo presupuestario de la historia” y afirmó que el plan de financiación universitario pensado para 2016-2020 y a punto de ser aprobado, tendrá un 17,3% de incremento sobre el quinquenio anterior. En este sentido, el titular explicó que prevé darle luz verde en octubre ya que está “bastante consensuado” con A Coruña, Santiago de Compostela y Vigo y que llega con “cambios en la estructura interna” y “más de 2.400 millones de euros divididos en dos fondos”, que cambiarán el modelo actual y premiarán el rendimiento. El primero es un fondo estructural para “garantizar la solvencia” y el segundo tratará de “estimular resultados académicos”, para el que espera “que llegue al 40% de financiación pública en 2020”.
Por otro lado, el titular señaló que volverá a la Universidad cuando termine su etapa en política, una institución que debe ser un “servicio público de primer orden”. En este punto, argumentó que “Galicia no se entiende sin sus universidades” porque tienen una “función democratizadora” y “garantizan la igualdad de oportunidades”. Ellas son fundamentales para “el proceso social y productivo” del país, por lo que están “en constante movimiento” con “nuevos retos y desafíos”, a la vez que adaptan “la oferta educativa”.
