Un grupo de antiguos trabajadores de la Torre aprovechó ayer la presencia de Paul Simons, miembro del consejo británico de Icomos y nuevo redactor del plan director del faro romano, para hacerle llegar su situación. Fue Óscar López, uno de los afectados, el que le explicó a Simons lo ocurrido desde que el Ayuntamiento cesó en diciembre a la concesionaria encargada del mantenimiento del monumento Patrimonio de la Humanidad, así como la judicialización del conflicto ante la negativa del gobierno local a buscar una solución para los trabajadores. Según los afectados, Simons, que mostró su apoyo a los empleados, conocía el cese de la adjudicataria, pero “amosouse sorprendido” por la existencia de demandas judiciales y de un concurso de plazas temporales parar los servicios del faro.