El ANPA del María Mariño denuncia desperfectos y falta de personal

El ANPA del María Mariño denuncia desperfectos y falta de personal
QUINTANA. MARÍA MARIÑO

“Es un edificio enfermo”. Así define Rosa Vázquez, presidenta de la ANPA del centro de educación especial María Mariño, el lugar en el que estudia su hijo: una construcción necesitada de reparaciones y corta de personal, en el que los niños con necesidades especiales carecen de accesos y baños adaptados, faltan enfermeros y trabajadores sociales y, a veces, no funciona la calefacción.
Los estudiantes y los padres llevan cerca de dos años accediendo al centro por un vial provisional, después de que la rampa existente se derrumbara en 2014. La Xunta empezará a repararla este verano, pero, de momento, los 14 niños con silla de ruedas del centro tienen dificultades para llegar a su colegio. “Los padres no podemos bajar con el coche, lleva tú a un niño con silla de ruedas y ese mal acceso” señala Vázquez, que achaca los problemas del centro a que las instalaciones pertenecen a la consellería de Benestar y el personal lo aporta la de Educación: “unos por otros, la casa sin barrer”.
Por su parte, los trabajadores “hacen lo que pueden, pero falta personal”, señala la ANPA del María Mariño. “No hay fisioterapeuta permanente, lo que es un agravio comparativo con respecto a otros centros” señala Vázquez “y nunca ha habido conserje. No entendemos cómo en el María Mariño faltan tantas cosas que hay en otros colegios de Galicia”.
Otra de las necesidades básicas del centro, considera Vázquez, es la presencia de un enfermero. “Hay niños que necesitan medicación, como antiepilépticos” explica. Tampoco hay un trabajador social, como en otros centros de la comunidad. Además, según denuncian los padres, desde la Xunta “no mandan personal a sustituir” cuando hay bajas entre los trabajadores.
El ANPA reclama a la Consellería de Educación que traslade las clases a otro edificio en mejor estado, o a la de Benestar para que “arregle” los múltiples desperfectos del María Mariño, en el que este invierno los niños tuvieron que pasar tres semanas sin calefacción. “Es un edificio viejo, enfermo” señala Vázquez “y los dos edificios que tiene al lado están declarados en estado ruinoso por el Ayuntamiento”. Uno de ellos, de hecho, está previsto que se derribe este año.

El ANPA del María Mariño denuncia desperfectos y falta de personal

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