Un año con las máquinas paradas

Se cumple un año desde que General Dynamics diera carpetazo a la Fábrica de Armas. Mañana, los que fueron los últimos despedidos, tacharán un día más, el 365, en sus calendarios de lucha, después de haber acabado su relación laboral con General Dynamics. Un año completo en el que no han abandonado las inmediaciones de la fábrica. Después de recibir las cartas de despido, los 70 últimos trabajadores volvían al interior de la factoría para continuar con el encierro que, aunque interrumpido en algunos periodos, comenzaron en el primer trimestre de 2013 como protesta por la decisión de la multinacional de abandonar la Fábrica de Armas.
Un año después, la lucha y la reivindicación continúa. Y así seguirá hasta que el Ministerio de Defensa adjudique la instalación a uno de los dos empresas interesadas en hacerse con su gestión. Los extrabajadores siguen en las puertas de la fábrica, en una caseta de obra instalada para la ocasión, y día a día recuerdan que la fábrica tiene futuro y que la decisión de General Dynamics de cerrar sus puertas, fue “injusta, errónea y sostenida en datos falsos”. Así lo han mantenido siempre los extrabajadores, que ahora esperan a que Defensa mueva ficha y les permita iniciar un proceso que culmine en su reincorporación.
Y aunque no hay garantías más que en el proyecto de IFFE, Hércules de Armamento, el otro competidor, manifestó hace unas semanas que estaría dispuesto a volver a contar con la plantilla, incluso “contratar a más gente” si fuera el adjudicatario de la factoría. El próximo movimiento llegará el 4 julio. Termina ahí el periodo para que los concursantes presenten la memoria requerida y, desde entonces, el Ministerio tendrá 15 días para adjudicar las instalaciones.
 Los extrabajadores piden a Defensa que acorte los plazos al máximo para recuperar la actividad industrial. Esta misma tarde, a las 20.00 horas, desplegarán un mosaico en la fábrica con fotografías de empleados y familiares como reivindicación.