“Alvedro y las fiestas deberían quedar fuera de la batalla política”

En plena temporada turística, el presidente de la asociación de hosteleros de A Coruña, Héctor Cañete, cree que las fiestas y Alvedro son dos pilares fundamentales para la economía de la ciudad durante el verano. En un momento de reconversión del sector, asegura que los datos macroeconómicos que hablan de una recuperación del país todavía no se notan en el pequeño hostelero, que se ve ahogado con la cantidad de impuestos y obligaciones que debe cumplir (y pagar) para poder mantener abierto su negocio. Pese a que la situación no es la idónea, Cañete no tira la toalla y se muestra esperanzado con los proyectos que la asociación tiene por delante.

A simple vista, sobre todo en el centro de la ciudad, uno diría que el sector vive un buen momento. ¿Cuál es la percepción de la asociación?
Creo que el sector se está profesionalizando, y es cierto que las nuevas obras o traspasos se están haciendo con una calidad muy visual. Se han renovado algunas calles como la Franja, que está pasando un bueno momento como tuvo hace tiempo. Pero en el cómputo global, en España, hay menos establecimientos de hostelería. Por lo tanto, es cierto que en el centro hay muchos locales nuevos y muy bonitos, pero en los barrios se cierran establecimientos, y hay menos locales que antes.

¿No hay recuperación?
La situación no es la mejor del mundo, y todavía no se notan esos datos macroeconómicos que nos dan todos los días, ni hay esos efectos del turismo, sino todo lo contrario. Primero, no tenemos incremento de facturación ni de cliente. Segundo, no se han bajado los seguros sociales como nos habían prometido. Y tercero, la subida de la luz.

¿A qué achaca que el incremento de turistas no repercuta en un aumento de los beneficios para los hosteleros?
Los números a nivel de turistas son buenos y las cifras, a falta de datos cerrados, confirman que julio fue muy bueno. Eso quiere decir que hay un ligero incremento de la ocupación y del precio de las habitaciones, pero el gasto de las personas es todavía muy corto. La gente viene aquí porque puede encontrar una habitación por 45 euros. Pero después no hace gasto en la cena o en los desayunos. Se tapea, pero nadie se va de mariscada.

¿En la asociación tienen prevista alguna acción con el Consorcio de Turismo para tratar de revertir esta situación?
Tenemos varias ideas fantásticas que se van a poner en marcha. Entre ellas está un congreso de médicos enorme, donde se ha hecho una colaboración público privada entre el Ayuntamiento y el sector para que se pueda celebrar aquí. Se espera que atraiga a más de 3.000 médicos. Y también durante el invierno se va a traer a grupos del Imserso, que son otra fuente de ingresos.

¿El aeropuerto de Alvedro necesita un empujón?
No vamos mal. Me considero alvedrista y creo que no puede ser utilizado como arma arrojadiza. Tanto Alvedro como las fiestas deberían quedar fuera de la batalla política porque nos estamos jugando el pan de la gente. Tiene que haber un pacto municipal en estos dos temas para su defensa a ultranza: Alvedro, porque es el motor económico, y el presupuesto de las fiestas.

Entonces los hosteleros aplauden el gasto en los festejos...
Sí, los hosteleros lo aplaudimos. El año pasado se invirtió mucho en fiestas y este año también, y la ciudad está llena. Hay que tener en cuenta que no se está gastando en fiestas, se está invirtiendo en fiestas.

¿Y hay retorno económico?
Claro que se recupera lo invertido. La única parte fea es que durante los quince días de fiesta vengan \“oportunistas\” a hacer negocios, como es el caso de la Oktoberfest o las casetas regionales.

Existe un descontento en el sector por este tipo de actividades, ¿por qué no están de acuerdo los hosteleros con ceder este espacio a otras empresas?
Porque no cumplen nada. Las instalaciones como las casetas regionales o la feria medieval, como elemento dinamizador es muy bonito, pero no cumplen. Sanidad no exige igual a los que estamos todo el año implantados que a los que están solo un mes.

¿Y qué dicen les dicen las administraciones?
Concretamente que la jefa de inspección está de vacaciones el mes de agosto. Hemos denunciado a todas las instalaciones para que cumplan. Las denunciamos a Sanidad para que vayan a comprobar si cumplen los mismos requisitos que cumple cualquier otro establecimiento de hostelería. Ya no solo por competencia desleal, sino por la salud de los ciudadanos que vamos allí.

¿Cree que el proyecto de La Marina favorecerá al sector?
Va a ser una obra fantástica y La Marina se va a convertir en el pulmón de la ciudad. Toda la gente que está allí me comenta que tiene muchas esperanzas de que se revitalice la zona.

¿Le preocupa que se puedan dar nuevas concesiones hosteleras?
A nosotros la competencia no nos preocupa. Esta ciudad tiene casi 3.000 establecimientos, así que competencia hay en todas las calles.

Cuando esté rehabilitada toda la fachada marítima, ¿se animarán los hosteleros de María Pita a quitar las terrazas acristaladas?
Se demuestra una y otra vez que son una fuente generadora de ingresos y que dan un servicio. No entro a valorar la belleza o no de las mismas. Han costado mucho y todavía están en fase de amortización. Ellos están abiertos a cualquier idea, pero lo que no se puede hacer es invertir más dinero de lo invertido porque cada terraza costó más de 120.000 euros.

PERFIL
Héctor Cañete es el representante de los hosteleros de la ciudad desde 2007. Desde entonces, el sector ha experimentado diversos cambios –la nueva ordenanza de terrazas, la normativa de ruidos...– que, en opinión del empresario, caminan, a muy largo plazo, hacia una hostelería más profesionalizada y más \“europeizada\”. Destaca el potencial de A Coruña, con 3.000 establecimientos, y agradece la atención prestada al sector por parte del gobierno local de Carlos Negreira. Pese a esto, asegura que el margen de beneficio de los hosteleros es muy \“bajo\”, mientras los requisitos para mantener un local abierto \“se incrementan\”.