Alerta naranja para los voluntarios de Protección Civil

Alerta naranja para los voluntarios de Protección Civil

La Agrupación de Protección Civil es una de las más fuertes de Galicia, con 70 voluntarios que cuentan con instalaciones modernas y buenos equipos. Así que, sobre el papel, todo marcha adecuadamente. Sin embargo, lleva desde 2011 gobernada por una junta gestora, una situación anómala que nadie es capaz de explicar de una manera convincente y que genera conflictos entre los voluntarios. Sobre todo después de que el viernes la junta electoral anunciase su disolución, asegurando que no se veía capaz de garantizar unas elecciones limpias después de recibir la normativa electoral firmada por delegación por el coordinador de Seguridad Ciudadana, Carlos García Touriñán. 
El problema era que se había modificado el texto en lo que se refería al voto a distancia. Y además, ellos esperaban que viniera firmada por el alcalde, Xulio Ferreiro. Tras cinco meses de trabajo, aquello bastó para romper la baraja: la agrupación coruñesa tendrá que pasarse un tiempo más sin presidencia y seguir siendo gobernada por una gestora. 

Dos grupos 
Lo curioso es que ningún voluntario critica el funcionamiento de Protección Civil: “Somos una agrupación pequeña fuerte”. Sin embargo, la política interna está causando guerras de pasillo, en las que todo el mundo se apunta con el dedo y nadie queda limpio. El Ayuntamiento ha rehusado dar su opinión sobre un problema que se remonta a mucho antes de que la Marea Atlántica llegara al poder: en el seno de Protección Civil se han formado dos grupos, uno formado por la “vieja guardia” y otro compuesto por recién llegados.
La primera vez que esa fisura se hizo evidente fue cuando el presidente de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de A Coruña, Federico de la Fuente, presentó en octubre de 2011 su dimisión tras más de 20 años de ejercicio, obligado por el entonces director de Seguridad Ciudadana, Germán Lago. Más tarde, el Ayuntamiento denunció a De la Fuente por malversación de caudales públicos porque la agrupación daba servicios con una ambulancia en un campo de tiro e ingresaba el dinero a una cuenta a su nombre, no a una de Protección Civil. El denunciado aseguró que el dinero siempre se invirtió en la agrupación. Tras presentar los registros bancarios, el caso fue archivado. 
A finales de año, el Ayuntamiento anunció un cambio importante: Protección Civil dejó de estar dirigida por el entonces jefe de Bomberos, Carlos García Touriñán, y pasó a tener una jefa propia, María José Rodríguez, en torno a la que se formó un nuevo grupo de simpatizantes. 
La elecciones hubieran podido servir para solventar el problema, pero su cierre en falso hace que la herida siga enquistada, sin que se sepa cuando finalizará esta guerra civil.

Alerta naranja para los voluntarios de Protección Civil

Te puede interesar