Un alegre cortejo de 500 personas despide a la sardina en su entierro

Un alegre cortejo  de 500 personas despide a la sardina en su entierro
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El agua y el fuego rubricaron ayer el fin de don Carnal y doña Cuaresma encarnados en el dios Momo y la sardina, cuyo entierro llevó a sus fieles desde la plaza de España hasta el arenal de San Amaro con la debida ceremonia. En esta ocasión, además, el tiempo respetó el Carnaval, y cerca de quinientas personas pudieron contemplar el espectáculo de fuegos artificiales que puso el punto y final de los carnavales de 2014.
El “réquiem” que se dedicó a la sardina, en el momento de la recogida del dios Momo, hacía una inevitable referencia a la crisis económica que lleva marcando estas fiestas desde hace ya más de cinco años. También se aludió al “finiquito en diferido” de Bárenas, el “relaxing cup of café con leche” de Ana Botella, y por supuesto, a los temporales que han dejado su huella en la ciudad en los últimos dos meses. El sepelio concluyó recordando la parentela del difunto “Adeus lirios, adeus congrios...”.

guardia de honor
Fueron cerca de trescientas personas las que escucharon el discurso, pero más público se unió al cortejo fúnebre, que contaba con una guardia de honor formada por soldados napoleónicos. Cuando faltaba cerca de un cuarto de hora para las diez de la noche, la comitiva llegó hasta San Amaro, donde aún más participantes esperaban en la playa.
Alrededor de las diez de la noche el cuerpo de la sardina fue entregado a las olas de un mar calmado, en contraste con sus llorosas viudas, que no cesaban de hacer aspavientos chapoteando en la orilla. Aún tuvieron ánimo para arrojarle algunas flores antes de que una salva de petardos anunciara la quema de Momo, que ardió al rimo de las notas de “Carmina burana” .

Un alegre cortejo de 500 personas despide a la sardina en su entierro

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