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lunes | 6 mayo | 2024
El domingo es el día marcado en el calendario de los trabajadores de Alcoa. Si no se cierra un acuerdo para la continuidad de las plantas de A Coruña y Avilés, el lunes se ejecutará el ERE. Sin embargo, lo que parecía una negociación casi cerrada con Parter Capital, se ha paralizado en las últimas horas. Primero fueron las reticencias de la plantilla y ayer fue la propia Alcoa la que decidió congelar el proceso ante los indicios de que el fondo suizo tendría problemas de liquidez para mantener la carga de trabajo.
Según aseguraron desde el Ministerio de Industria las discrepancias giran en torno a que Parter va a presentar solo activos no líquidos como garantía para el mantenimiento de la actividad en las plantas de A Coruña y Avilés, algo que, para Alcoa, no era lo acordado en un principio. De hecho, los representantes de los trabajadores que habían acudido a Madrid para hablar del aval de la plantilla al plan de venta, se encontraron con la noticia de la paralización del proceso nada más iniciar la ronda. Hay que recordar que en la negociación se planteó que en caso de que Parter no cumpliese con la garantía de trabajo de la plantilla en los dos años estipulados por el contrato, las liquidaciones recaerían sobre las cuentas de Alcoa.
Con todo, desde el Ministerio de Industria –que ayer envió de forma urgente a su secretario general de Industria y Pyme, Raúl Blanco, a la reunión entre los sindicatos y la empresa para tratar de mediar y buscar un acuerdo– confían en que las reuniones continúen a lo largo del día de hoy y lleguen a buen puerto antes de la fecha límite del 1 de julio. Para ello, según fuentes cercanas al proceso, Parter incluso podría acudir a la banca para contar con la garantía financiera de liquidez que Alcoa le exige para realizar la venta de las plantas.
Mientras, la empresa descartada en el proceso, Quantum, volvió a poner sobre la mesa su oferta, en vista del desacuerdo surgido en las negociaciones.
