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martes | 16 abril | 2024
La antigua planta de Alcoa, desde el jueves Aluiberia LC, está destinada a fabricar una nueva aleación de aluminio, especialmente duro y resistente, para la industria automovilística. La visitas de ayer de los delegados del fondo suizo Parter Capital, nuevo propietario de las instalaciones, no bastó para despejar todas las dudas que plantearon los 369 trabajadores, como reconoció el propio presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, puesto que no se aportaron muchos detalles. Lo que sí reconoce Corbacho es que la producción de la nueva aleación, imprescindible para garantizar el futuro, obligará a una reforma integral de las instalaciones, que llevan años sin ser actualizadas.
“Fue todo muy protocolario muy formal”, aseguró Corbacho. Lo que es seguro es que no se podrá fabricar aluminio primario, es decir, partiendo de materias primas en las cubas de electrólisis, hasta que se rebaje el precio de la factura eléctrica con la aprobación de un estatuto del consumidor electrointensivo, que no se hará realidad hasta que se forme un Gobierno. A día de hoy, lo que produce Aluiberia LC es aluminio primario, pero reciclando material sobrante de otros procesos de producción. En cambio, fabricar las aleaciones nuevas requiere una fuerte inversión en maquinaria, así como en formación de la plantilla.
Homologación
Este cambio no tendrá lugar del día a la noche, sino que pasarán varios meses antes de que se pueda adaptar la maquinaria a las exigencias de sus nuevos dueños y también a los controles de calidad necesarios para conseguir que los productos sean homologados. Desde luego, Corbacho espera que funcione a pleno rendimiento a dos años vista, enfocado sobre todo a fabricar esa aleación que se venderá a industrias que fabrican productos pensados para la automoción.
Por supuesto, la fabricación de aluminio primario se demora sine die, puesto que depende de la situación política. En San Valentín se apagaron las últimas de las 242 cubas de electrólisis como parte del acuerdo al que el comité de empresa llegó con la multinacional. Era el primer corte total en más de 60 años de historia.
La maquinaria requirió de un cuidadoso apagado porque es muy difícil volver a ponerlas en marcha, dado que por ellas circula metal líquido al rojo vivo a más de 900 grados centígrados. Era la primera vez que se hacía un corte total en A Coruña y se mantienen inactivas hasta que el precio de la megavatio baje a niveles que hagan la producción rentable, merced a un nuevo estatuto del consumidor electrointensivo.
Desencuentro político
Esto ha provocado un desencuentro entre el Gobierno y la Xunta. El delegado del Ejecutivo estatal, Javier Losada, felicitó ayer a los trabajadores por el “éxito del Gobierno de España que desde el primer momento tomó una decisión de que se iba a mantener la actividad industrial” y reprochó a la Xunta su actitud: “Lamento profundamente que no sea capaz de alegrarse por esta victoria. Empiezo a tener la duda de que no se alegra porque lo ha conseguido un Gobierno socialista, presidido por Pedro Sánchez”.
Desde la Xunta replican que la venta de Alcoa a Parter le provoca “as mesmas sensacións contrapostas” que tienen estos momentos los trabajadores: por un lado, una satisfacción contenida por el acuerdo del que, recuerda, Galicia formó parte, estando presente durante todo el proceso. Por otro lado, preocupación: “O que existe é unha saída en falso ao problema” porque, sin el precio estable de la electricidad, la mitad de la plantilla se irá a la calle en dos años, señalan desde el Gobierno autonómico.
