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jueves | 25 abril | 2024
La reunión de ayer en un hotel de Madrid se saldó ayer con un principio de acuerdo entre la multinacional americana Alcoa y el fondo suizo Parter Capital por las plantas de A Coruña y Avilés. Todavía hay cuestiones en los que no alcanzan un entendimiento: Alcoa consideraba que el comprador no cumplía con los requerimientos de financiación, y exigió a Parter Capital “garantías financieras que aporten mayor liquidez”, lo que supondría unos 30 millones de dólares (unos 26,7 millones). Mañana convocarán a todas las partes a una nueva reunión donde los trabajadores podrán leer el borrador final. Alcoa insiste en que quiere que ratifiquen el contrato y completar el proceso este mes.
Alcoa trasladó sus discrepancias sobre la liquidez que Parter va a entregar para mantener la carga de trabajo, ya que tan solo habría propuesto activos no líquidos para el mantenimiento de la actividad en ambas plantas.
Fuentes de los trabajadores señalan que podría ser que la multinacional americana también se viera afectada por un incumplimiento del acuerdo si se produjeran despidos antes de dos años, de ahí que los americanos quieran asegurarse de que los trabajadores acepten el acuerdo. Pero en principio, tal y como como señaló el secretario de Industria, Raúl Blanco, “hay un principio de acuerdo para establecer el tipo de garantías y para trabajar de aquí hasta el 31 de julio para tenerlas en marcha”.
Presión del Gobierno
Hay que señalar que casi todo el acuerdo permanece en secreto y no sería la primera vez que Alcoa se echara atrás. Después de rechazar la otra oferta, la de Quantum Capital, un fondo alemán de inversión, porque solo estaba interesado por la planta de Avilés, el viernes pasado Alcoa paralizó de forma temporal la venta de las plantas y se decidió prorrogar el proceso del ERE hasta el 8 de julio. Ha sido necesaria una fuerte presión del Gobierno, con la titular de Industria, Reyes Maroto a la cabeza, pidiendo unidad, para desbloquear las negociaciones.
Ahora Blanco afirma que ambas partes están solucionando el “escollo” de las garantías financieras. Hay que señalar que, más allá del plazo del dos años, los helvéticos no garantizan el pleno empleo en las dos plantas (solo en A Coruña, hay 369 trabajadores) sino 250, dedicados al “sector aeronáutico y de automoción”, según el fondo suizo. El problema es que, al precio actual de la energía, mucho más caro que en otros países de Europa, es demasiado caro arrancar las series de electrólisis, las grandes cubas donde se fabrica el aluminio. Y sin estas cubas, parte del personal se quedaría en la calle dentro de dos años.
El estatuto
Solo el estatuto del consumidor electrointensivo podría garantizar el abaratamiento de la energía que tanto precisa el sector. Ayer, Maroto prometió que el documento entraría en vigor tan pronto como el nuevo Gobierno dejara de estar en funciones pero el caso es que, a corto plazo, no se puede garantizar el precio de la electricidad.
Pero la Xunta ve “margen” hasta el 31 de julio para que “todas las partes asuman sus compromisos”. El presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos Corbacho, considera que Alcoa está legalmente obligado a vender las dos plantas y señala que Parter se compromete a mantener las series de electrólisis hasta que baje el precio de la energía.
