El alcalde reconoce un incremento en el tráfico de drogas en la ciudad

En los últimos tiempos, el tráfico de drogas no ha dejado de crecer en la ciudad, tanto el que se lleva a cabo desde los pisos como en plena calle. Lo han denunciado asociaciones de vecinos, colectivos que ayudan a drogodependientes y ayer, el alcalde, Xulio Ferreiro, reconoció que ha recibido varias quejas en ese sentido, que ya ha puesto en conocimiento de las autoridades competentes: “Somos conscientes dese problema e xa o fixemos saber a Delegación do Goberno e a Xefatura da Policía Nacional”. 
El primer edil trataba de tranquilizar así a los vecinos del Agra do Orzán que habían acudido al centro cívico Ágora para participar en una nueva edición de Dillo ti. Al mismo tiempo, insinuó que es un problema que no afronta solo Agra do Orzán al comentar que se le comunicó “por varias vías” que el fenómeno “se da por toda a cidade e máis aló”.
Asociaciones de drogodependientes consultadas aseguran que han notado sobre todo un repunte en el menudeo de heroína en barrios como Os Mallos, la Sagrada Familia y O Ventorrillo, además de Agra do Orzán. En cuanto a O Ventorrillo, barrio que durante mucho tiempo se relacionó con el tráfico de drogas debido a la presencia del poblado de chabolista de Penamoa, su asociación de vecinos denunció hace poco la existencia de varios puntos negros. 

viviendas de san josé 
Uno de ellos, las viviendas de San José, fue sacado a colación por un vecino de Meicende que había acudido a la asamblea expresamente para denunciar el problema: “Penamoa se desmantelou e está repartida por toda a cidade. E en Meicende sabémolo. Falades de A Pasaxe, O Portiño pero en San Xosé hai unha venta de droga importante”. 
El alcalde reconoció que tenía razón: “Non é un problema de que viva xente alí, e que alí se vende droga, e tamén comunicamos ese problema á Delegación do Goberno”. Sin embargo, Ferreiro rechazó la posibilidad de derribar esas viviendas, en un avanzado estado de ruina dado que se trata de una propiedad privada. Parte del problema es que esas casas se encuentran en una especie de zona gris entre los municipios de Arteixo y de A Coruña. El concejal de Regeneración Urbanística, Xiao Varela, comentó que “estamos traballando co concello de Arteixo na cuestión do deslinde pero é complexa. Xa tivemos unha xuntanza co conceleiro de Urbanismo de Arteixo para falar desa posiblidade e levará tempo. Non será de hoxe para mañá. Se hai sorte, será a medio prazo”. 
Por otro lado, actuar sobre la venta callejera en sí es competencia de la Policía Nacional, que hace poco actuó en una plaza de O Ventorrillo tras la denuncia de los vecinos, que habían visto traficando a varios jóvenes. Ferreiro recordaba que es poco lo que desde María Pita se puede hacer para solucionar un problema de Seguridad Ciudadana que es competencia de la Policía Nacional: “A Policía Local lles da a cobertura que necesitan, pero tampoco é cargar os nosos axentes con mais responsabilidade da que teñen”.