“Ahora es más larga la licitación de una obra que la ejecución de la propia obra”

“Ahora es más larga la licitación de una obra que la ejecución de la propia obra”
Vázquez aboga más por la obra de proximidad y por prestar una mayor atención al mantenimiento pedro puig

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (Apecco), Diego Vázquez Reino, asumió el cargo en medio de una supuesta recuperación. Sin embargo, su tarea todavía consiste en demandar inversión para retomar el papel de la construcción como motor económico de A Coruña.

Existe cierta confusión entre lo que son los promotores y los constructores, ¿qué tipo de empresarios agrupa Apecco?
La nuestra es una asociación en la que se defiende el interés del sector en general y, principalmente, están los contratistas de obra pública. Prácticamente todos los contratistas de la provincia están asociados y también hay empresas de pintura, señalización... Hay promotores que hacen promoción pero no como actividad principal.

¿No se sentían representados por el sector inmobiliario?
Vemos a los promotores como clientes nuestros. Al final tú ejecutas las promociones y las inversiones que hacen. Puede haber promotores que lo ejecuten ellos mismos pero lo normal es que lo haga un contratista: tanto las urbanizaciones como los edificios. Tenemos una relación muy estrecha.

¿Cuántos asociados tienen? ¿Existen números del empleo que generan?
Tenemos 180. Si ahora mismo la población ocupada en la provincia es de 30.000 personas, Apecco debe tener aproximadamente unas 15.000 personas contratadas entre todos los socios.

El sector es el segundo que más trabajo crea, ¿está aumentando la obra?
Es un tema en el que nos gusta indagar porque realmente no está siendo un año nada bueno en la ejecución de inversión pública. Los datos de empleo hablan de la construcción como uno de los motores, pero sacamos la conclusión de que ese empleo es más precario. Lo que hay es mucho empleo en pequeñas obras: rehabilitaciones de segunda vivienda, de locales... Creemos que por ahí está yendo esa creación de empleo, no tanto en empresas de cierto tamaño y relacionadas con la inversión pública.

¿Por qué no lo vincula al dinero de la Administración?
Estamos en un año muy atípico. Antes, en verano estaríamos ejecutando y ahora mismo estamos licitando, intentando coger cartera de obra, por lo que es improbable que se creen empleos en empresas contratistas. Hay una pequeña paradoja: para que sea un empleo de más larga duración tiene que haber una sostenibilidad en la inversión y es lo que más demandamos. No digo que volvamos a épocas precrisis en las que había inversiones improductivas que no tenían su trasferencia para mejorar la vida de las personas, pero sí abogamos por que se mantenga una inversión regular para mejorarla.

¿Cómo se alcanza esa meta?
Mejorando los servicios: mejorando las aceras, mejorando las calles, mejorando el alcantarillado, la luz... Esas inversiones que siempre hay que hacer. Asumiéndolas la construcción y las empresas pueden tener un empleo regular.

Entonces ¿las grandes inversiones no son su objetivo?
Siempre hablamos de la obra más cercana, de la de los barrios. De las infraestructuras de transporte, que hay que mantener porque eso redunda en una mayor seguridad vial. Y abogamos por el mantenimiento de lo que ya hay hecho. Tenemos estudios que demuestran que existe un nicho importantísimo solo manteniendo todo lo que está hecho. En este país se ha mejorado muchísimo en materia de infraestructuras y solo queda mantenerlas, que también da empleo.

¿La crisis conllevó el abandono de esa parte?
Es un paso que hay que dar. Hay que incidir más porque la mayoría de las Administraciones optan por concesiones pero hablo de obras propiamente dichas para mantener, recuperar y mejorar lo que ya existe.

¿Las instituciones están interesadas en retomar las obras?
En el caso de los representantes locales, los alcaldes se están encontrando con muchos problemas y ahí vamos a estar con ellos. Yo creo que esa voluntad existe pero en el día a día la materialización es harto complicada.

¿Les dan alguna explicación?
Tenemos un problema conjunto, que es el burocrático. Les gustaría hacer más, pero se encuentran con unos problemas tremendos de burocracia y de normas. En la Administración local la mayoría de las normas vienen impuestas y las dinámicas también: venimos de épocas judicialmente convulsas y eso ha hecho mella.

¿En qué sentido?
Cualquier proceso de licitación es insoportable, denso, con mucha burocracia. Ahora usamos una frase que es clave: es más larga la licitación de una obra que la ejecución de la propia obra. Esa es la realidad ahora mismo en todo. Cualquier proceso burocrático es extensísimo, laborioso y nos está causando perjuicio. Entre todos hay que cambiarlo porque se pretende ser hipergarantista y tenemos que llegar a un proceso transparente y garantista pero que sea ágil.
¿Las administraciones tienen miedo de tener que pagar a las empresas por el cambio o abandono de proyectos?
Hay un poco más de celo por hacer las cosas bien. Entiendo esa parte pero la consecuencia son personas, porque detrás de una inversión hay muchas. En Galicia hay 24.000 parados de la construcción. Es importante que haya un compromiso pero también que se materialice, que la inversión sea lo más alta posible cada año porque los puestos de trabajo se van a mantener.

¿También para los mayores de 55 años?
Hay muchos mayores de esa edad que son parados de la construcción y estamos en disposición de recuperar a esa gente. Para nosotros no es un handicap la edad, esa experiencia es muy válida en el sector.

¿Afecta la situación política?
El mayor problema es la inestabilidad política que está marcando este año. Me parece inaudito que llevemos casi un año sin Gobierno. Necesitamos un Gobierno estable y un proyecto inversor para salir de esta maldita crisis.

“Ahora es más larga la licitación de una obra que la ejecución de la propia obra”

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