El acusado de arrancarle la yema de un dedo a un vecino en una pelea alega que su rival se lo metió en la boca

Como un acto casi reflejo describió ayer el acusado de amputar parte de un dedo a un conocido durante una disputa el mordisco por el que el otro implicado perdió la yema del anular izquierdo en una pelea que tuvo lugar en Arteixo en septiembre de 2011. El principal acusado no niega la dentellada, pero sí su intencionalidad, y alga que esta se produjo durante la refriega, cuando el sobrino de una vecina con la mantiene mala relación le metió la mano en la boca.
Por la mutilación de la mitad de la falange, el fiscal pide una pena de tres años y siete meses y el pago de una indemnización de 5.200 euros a la víctima que, a su vez, se enfrenta a una posible multa por su papel en el encontronazo del que salió malherido.
Si bien la Fiscalía indicaba en su escrito que este se produjo después de que el principal acusado agarrase por la pechera y empujase a una familiar de su rival, ni uno ni otro se ponen de acuerdo en los motivos de la riña y solo coinciden en que la enemistad viene de atrás.