La acusación espera que “aflore la verdad” tras la declaración del lotero investigado

La acusación espera que “aflore la verdad” tras la declaración del lotero investigado
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La abogada del principal reclamante del boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones de euros en 2012 confía en que “aflore la verdad” después de que el lotero de la administración de San Agustín, en la que se comprobó la recompensa correspondiente a dicho cupón, declarase durante casi tres horas ante la jueza que se encarga de instruir el caso en el que se le investiga por estafa y apropiación indebida.

Manuel Reija declaró ayer entre las 11.00 y las 13.55 horas ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 7 de la ciudad, aunque rechazó pronunciarse tanto a la entrada como a la salida de las dependencias de Os Mallos. Una vez que finalizó su declaración, fue el turno de su hermano, Miguel Reija, que es el delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña, un puesto que ya ocupaba hace siete años.

El hermano del lotero declaró ante la magistrada durante casi dos horas y aseguró estar “totalmente tranquilo” tras trasladar a la jueza su postura. “Tenía muchísimas ganas después de siete años de tener la oportunidad de explicar por primera vez realmente todo el proceso y eso es lo que he hecho”, dijo a su salida del juzgado. Además, aseguró que explicará “todo el proceso con el mayor de los detalles” una vez que se conozca la sentencia.

Por su parte, María Belén Canosa, abogada del principal reclamante como dueño del boleto ganador, ya fallecido, expuso que se trata de “un planteamiento en instrucción, un procedimiento penal en el que se va a dirimir si ha existido estafa y apropiación indebida o no”.

“Estamos comenzando de verdad ahora, esperamos que ya con un buen paso, con un buen camino hacia lo que pensamos que es la verdad”, explicó Canosa, que tiene la confianza de que, siete años después, “se dilucide todo y aflore la verdad”.

Además, la letrada también detalló que no se han realizado todas las diligencias, “prácticamente ninguna” de las solicitadas por su parte, y adelantó que van a pedir más pruebas.

Además de las declaraciones de ayer del lotero de San Agustín y de su hermano, el próximo 17 de enero están llamados a declarar por la jueza cuatro altos mandos de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), que lo harán a través de una videoconferencia. Todos ellos ocupaban cargos directivos en la organización en 2012, incluido quien ejercía como presidente.

Siete años de incógnitas
El inicio de este caso se remonta al 30 de junio de 2012 cuando la Administración de Loterías número 44, situada en el supermercado Carrefour de Alfonso Molina, recibió el aviso de que se había sellado de manera automática un boleto de Primitiva ganador y cuatro billetes más que, supuestamente, pertenecían a la misma persona.

El día 2 de julio de ese año, el portador del boleto ganador acudió a comprobar todas sus combinaciones al despacho de San Agustín. Las investigaciones policiales que se desarrollaron posteriormente demostraron que la comprobación se efectuó a las 11.25 horas, pero no recibió la comunicación de los 4.722.337,75 euros que le correspondían, aunque obtuvo tres euros por la siguiente apuesta, acciones entre las que apenas pasaron unos pocos segundos. 

Supuestamente el lotero le comunicó al cliente que el recibo no tenía premio y se apropió de él, por lo que ahora se enfrenta a una investigación por estafa cualificada. En septiembre de 2013 fue cuando el lotero hizo público que había encontrado el cupón premiado, más de un año después de que fuese sellado.

Sin embargo, en un primer momento el gestor de la administración de Loterías de San Agustín aseguró que había encontrado el boleto cuando estaba solo en el despacho, algo que se demostró que no era cierto tras la investigación que probó la hora a la que se hizo la comprobación.

El gerente de San Agustín había solicitado cobrar el premio y, aunque se abrió en su día una investigación llegando a analizarse las huellas dactilares de aquel billete de lotería en litigio, no se pudo acreditar entonces quién era el propietario. 

Con el paso de los años hubo más de doscientas personas que aseguraron ser los propietarios del billete con la combinación ganadora, algo que hasta ahora no se ha podido demostrar y en 2016 fue desestimada la primera demanda.

La acusación espera que “aflore la verdad” tras la declaración del lotero investigado

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