Al abordaje de un pedazo de historia marítima

Los turistas podrán gastar carrete virtual fotografiando los mástiles de los veleros pero detrás de tanta belleza hay una historia aún más intensa. Como la del “Christian Radich” noruego que se botó en 1937 y que ya estuvo en la primera Tall Ships Race de la historia hace 60 años.
El capitán del buque “estrella de las películas de televisión” abrió los camarotes de los chicos de prácticas para mostrar cómo duermen hasta 80 personas. Algunos de los catres son hamacas colgadas del techo y, en todos los años de servicio, se ha demostrado que cuando hay tormenta los grumetes se las piden.
Otros como el “Simón Bolivar” son un resumen de la marina venezolana. A bordo del “Morgenster” viajaron jóvenes españoles como Inés o Eric que se metieron de lleno en la náutica y de paso aprendieron la importancia de la convivencia en un barco.
Pero ayer no todo se centró en aprender, también hubo actividades para los que querían ocio puro y duro. Los jugadores del Depor Fayçal, Emre y Manuel Pablo acudieron al stand de la Federación Unión de Comercio Coruñesa para firmar autógrafos. En paralelo las tripulaciones peregrinaron a María Pita para la entrega de premios.