A juicio un cartero acusado de quedarse con el correo

“Desbordado” por el trabajo se declaró ayer el cartero llevado a declarar ante un jurado popular en la Audiencia, acusado de un delito de infidelidad en la custodia de documentos después de que la Policía detectase en su vehículo medio millar de cartas sin repartir.

El acusado admite que acumuló en su furgoneta la correspondencia que tenía que haber repartido en septiembre de 2007 en la zona de Perillo, pero descarta cualquier intencionalidad. “Las calles no estaban delimitadas, no tienen nombre (...) Había algunas veces que no encontraba las casas y se me quedaban de una semana para otra”, reconoció.

Los envíos hallados databan, en su mayoría, de pocos días antes, y el trabajador sostiene que su intención era entregarlos a su destinatario, incluso después del fin de su contrato. “Fui tonto, los pude haber devuelto en la oficina, seguro que me contrataban igual”, se lamentó.

El delito por el que se sienta en el banquillo contempla penas de hasta cuatro años de cárcel, pero su defensa hace hincapié en que este caso no encaja en el tipo penal: “No hay mala intención en absoluto. Aun actuando de manera muy negligente no cometió un delito”.

A juicio un cartero acusado de quedarse con el correo

Te puede interesar