El 80% de los robos en domicilios de este año aguardan a ser esclarecidos

El 80% de los robos en domicilios de este año aguardan a ser esclarecidos

El verano es una de las épocas más habituales para cometer robos en domicilios, porque los ladrones aprovechan las vacaciones de los residentes para actuar. Sin embargo, en lo que va de verano, desde la Jefatura Superior de la Policía Nacional han dado a conocer el arresto de dos sujetos que se dedicaban al robo con allanamiento: un individuo llamado “Spiderman”, que se dedicaba a colarse por las ventanas, y otro sujeto que fue detenido a principios de julio después de que la víctima le sorprendiera en su piso hurgando en la cartera. De momento, no se ha desarticulado ninguna banda especializada y, lo que es peor, tampoco se ha recuperado apenas nada del botín sustraído. Desde el sindicato policial UFP calculan que solo se ha esclarecido el 20% de los robos.
“Eso es lo que más le duele a la gente. Muchas veces nos dicen: Me da igual que lo detengan, solo me importa recuperar esto o aquello, pero es difícil”, explican desde el sindicato. Pero localizar a los sospechosos es difícil y recuperar lo robado, aún más. Requiere mucho tiempo de trabajo por parte de los inspectores de la Policía Judicial, trabajo que se redujo tras la desarticulación del equipo especial que investigaba los robos en domicilios. La política actual de la jefatura es aumentar la prevención, tratando de espantar a las bandas organizadas.  
En descenso 
De momento, parece que la táctica de la Policía Nacional está avalada por los resultados: según las últimas estadísticas del Ministerio de Interior, los robos con fuerza en domicilios, que es su denominación oficial, descendieron un 23% en el primer semestre de este año. Es decir, que entre enero y junio fueron asaltados 126 domicilios, lo que supone una media de una vivienda allanada cada dos días. Por muy alta que parezca, es una cifra significativamente inferior a la del mismo periodo de 2016, que fue de 165.
Pero disuadir a los ladrones resulta mucho más fácil que localizarlos y detenerlos. “Sobre todo, lo difícil es conseguir pruebas”, comentan las mismas fuentes de UFP. Los inspectores deben tener mucha habilidad y algo de suerte para conseguir reunir los indicios que permitan el arresto de estos individuos. Y siempre con el tiempo en contra, porque se trata de bandas itinerantes que no permanecen mucho tiempo en el mismo lugar. “Tienes que pillarlos aquí”, explican. 
Además, estas bandas se dividen en equipos: uno que busca el blanco, otros que llevan a cabo el robo y unos terceros que se encargan de dar salida a lo robado. “Por eso lo mejor es pillarlos in fraganti”, añaden las mismas fuentes. A veces hay suerte: en marzo de 2015, detuvieron a varios integrantes de una banda crota y consiguieron recuperar gran parte del botín. En 2013 detuvieron a otro grupo de Croacia, que ocultaba las joyas en el cambio de marcha. 
Sospechosos locales 
Pero investigar consume recursos y se tarda en conseguir resultados. En cambio, la investigación es mucho más rápida cuando se trata de un sospechoso local porque saben por dónde se mueve, dónde vende el fruto del robo, y dónde vive. En el caso de “Spiderman”, que contaba con 32 antecedentes, los inspectores sospecharon enseguida de él. 
No solo porque el escalo es su especialidad, sino porque cuando se coló por una ventana del Materno fue sorprendido por un guardia de seguridad, que le ahuyentó. Incluso se recuperó su robo, un microscopio difícil de vender, un error que una banda profesional no cometería.

“Siempre pedimos que saquen fotos de las joyas, pero nunca lo hacen” 

La Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), calcula que el importe de lo robado en los hogares herculinos oscila entre 1.250 y 1.500 euros por término medio. Pueden llevarse cualquier objeto de valor, siempre que sea de pequeño tamaño pero prefieren las joyas de oro. Es precisamente por eso que las autoridades recomiendan a los propietarios que tomen precauciones para que puedan ser identificadas. “Siempre pedimos que saquen fotos de las joyas, pero nunca lo hacen”, se lamenta un agente. Lo curioso es que, incluso aunque se detenga a los sospechosos con las joyas, eso no constituye una prueba definitiva: “Saben exactamente lo que tienen que decir, que se las han encontrado. Eres tú el que tiene que probar que las han robado”. l

El 80% de los robos en domicilios de este año aguardan a ser esclarecidos

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