Los 1.504 planos que desafiaron la fotografía en Mortadelo y Filemón

Los 1.504 planos que desafiaron la fotografía en Mortadelo y Filemón
Esta edición desgrana el nuevo filme de Mortadelo y Filemón

El director de fotografía de Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, Miguel Pablos Contreras, ha desvelado hoy "el desafío" que supuso hacer la película con apenas seis artistas que tenían que hacer un plano al día, pero que culminaron un trabajo de "vértigo" según su director, Javier Fesser.
Miguel Pablos ha protagonizado hoy una ponencia en el Festival Internacional de Animación, Efectos Especiales, Videojuegos y Arquitectura Digital "Mundos Digitales 2014" con el título "Del color script al final frame. La dirección de fotografía en Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo".
Durante su intervención ha asegurado a varios centenares de personas que "para conseguir el realismo el detalle es muy importante" y para eso trabajó durante trece duros meses.
Para todo el equipo de fotografía fue "un auténtico desafío" hacer los 1.504 planos que tenían que preparar a lo largo de trece meses con "muy poquito presupuesto".
"Estábamos seis artistas y tuvimos el apoyo de cuatro más durante cuatro meses. Había que hacer un plano al día, renderizar, con sus supervisiones y los problemas como cuando lo tiraban, había que volver a hacerlo, mandarlo a alta calidad, fallaban las capas, etcétera", ha relatado.
Sin embargo, para todos "ha sido un placer" preparar esta película cuyo proceso fue muy lento al principio, pues las primeras pruebas "tardaban veintidós horas en renderizar los frames", aunque al final la media se quedó en "noventa minutos".
Los contrastes y las sobreexposiciones fueron "muy divertidos de trabajar" en un largometraje que tiene "bastantes escenas muy arriesgadas de contraste, que son muy realistas" y en las que "no importa tener blancos quemados ni tener contrastes donde casi no percibimos los personajes".
Su director, Javier Fesser, ha subrayado que "el director de fotografía es más importante para el resultado final en imagen digital que en imagen real" y en este caso el producto final fue "mejor del que se podía soñar al principio".
A lo largo de la película se calculan infinidad de cosas como la "suciedad en la lente" de la cámara virtual, para controlar todo lo que se deja ver y poder jugar con distintos efectos.
"La gran ventaja, en este sentido, de la animación es que el espectador ya sabe que los errores están buscados. Está muy trabajado con todos remando hacia el mismo lugar hacia el que rema la película", asegura Fesser que considera que "da vértigo mirar atrás y ver todo el trabajo que hay" en un "alarde tecnológico y artístico impresionante".

Los 1.504 planos que desafiaron la fotografía en Mortadelo y Filemón

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