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martes | 23 abril | 2024
Habían anunciado una fiesta de Halloween en un chalé de A Zapateira, e invitado a todo el que quisiera a asistir. Pero cuando llegó la hora (las nueve de la mañana) solo aparecieron varias patrullas de la Policía Local de Arteixo, así como la de A Coruña y una de la Guardia Civil, que irrumpieron en el lugar y, tras un registro, descubrieron en su interior varias papelinas de droga, sobre todo cocaína, con la que presumiblemente esperaban evitar que la fiesta decayera.
El operativo policial respondía a las continuas quejas vecinales por ruido y otras molestias, porque no era la primera vez que el ocupante del chalé, un DJ local, organizaba una rave. Él aseguraba a los policías que en realidad, todas las denuncias eran injustificadas, que simplemente sus vecinos y él estaban peleados y que no podían entrar porque aquello era una propiedad privada y no tenían orden de registro.
Pero los policías parecían estar al tanto de cuáles eran sus actividades, sobre todo porque la gente que acude a la fiesta son aquellos que se han pasado la noche de local en local, circulando por la carretera de A Zapateira, muchos bajo la influencia de las drogas y el alcohol. “Tiene usted una barra y sirve bebidas sin licencia”, le acusó el oficial al mando.
cacheos e identificaciones
El interesado lo negaba, alegando que se trataba de una simple fiesta de amigos, y que a los extraños que habían acudido allí, solo les habían cobrado, “porque aquí no se echa a nadie”. Sus razones no parecieron convencer a los agentes, que identificaron a todos los asistentes.
Como la fiesta estaba programada para las nueve de la mañana, y habían acudido poco después de esa hora, había menos de diez personas en el garaje donde se celebraba. Todas fueron conducidas al jardín, donde tuvieron que aguardan entre los adornos de Halloween a ser cacheadas.
El mismo DJ había sido denunciado por otras fiestas ilegales en puntos como el Millennium. Aunque afirma tener permiso, fuentes policiales señalan que no está permitido el uso de quipos de sonido como el que empleaba, por lo que fue expulsado de los bajos del monumento.
incautaciones
Después que finalizara el dispositivo en el chalé, situado en el desvío a Uxes, los policías mantuvieron un control de vehículos en las cercanías para interceptar a todo aquel que se dirigiera a la fiesta. Allí se levantaron otras dos actas de incautación de drogas a personas de camino a la rave.
Pero el broche final lo puso el promotor de la fiesta, al que no se le ocurrió otra cosa que marcharse del chalé en una furgoneta. Fue detenido en el control y se le practicó un test de drogas. Dio positivo.
