El 092 multó a cerca de 300 personas por orinar en la calle el año pasado

El 092 multó a cerca de 300 personas por orinar en la calle el año pasado
12 abril 2013 A Coru�a.- El 092 multiplica los arrestos de grafiteros en un intento de frenar la ola de pintadas

Hace una semana, un hombre de 47 años se apoyó contra una pared del Ágora y se puso a orinar a plena luz del día, ante el desagrado del público que entraba y salía del centro cultural. Una patrulla de la Policía Local le abordó y le impuso una denuncia por infracción a la ordenanza municipal de limpieza viaria. El hombre alegó necesidades fisiológicas ineludibles (aunque de forma mucho más gráfica) pero su explicación no convenció a los agentes municipales, dado que el Ágora cuenta con aseos públicos. No había nada que hacer: recibió una multa de 100 euros. No es un caso aislado: en el último año, la Policía Local ha multado a cerca de 300 personas por hacer sus necesidades en plena vía pública, lo que significa pagar entre 100 y 600 euros de multa, según el caso.
Castigar esta clase de infracciones no es algo tan raro, si lo es el número de multas que se han llegado a tramitar, algo inédito en otros años, cuando no han llegado a superar el centenar. Y es que, según confiesan los propios agentes, el 092 ha encontrado en las ordenanzas municipales de Medio Ambiente una forma de castigar a los que exhiben un comportamiento inapropiado en la vía pública, sobre todo en las zonas de copas, donde el alcohol elimina las inhibiciones.
“Ibas por ahí patrullando y delante tuya se bajaban la cremallera de los pantalones”, asegura un agente del 092. La ola de multas coincidió con el refuerzo del dispositivo de Seguridad Ciudadana que el Ayuntamiento decidió poner en marcha el año pasado en zonas especialmente conflictivas, como la zona de copas del Orzán. Desde entonces es raro el fin de semana en el que no son multados una o dos personas que son descubiertas in fraganti. Curiosamente, en ninguno de los casos ha sido una mujer.

medio ambiente
“No es que lo hagamos por sistema. Normalmente damos un aviso, pero lo que ocurre es que te desafían”, explica un policía. Es entonces cuando las ordenanzas medioambientales salen a relucir. En realidad, la mayor parte de las multas se acogen a ellas: un músico que se niega a parar de tocar (multa por ruidos), alguien que arroja un paquete de tabaco al suelo (tratamiento de basuras) o la campaña que se lanzó contra las pintadas, y que incluye un catálogo para identificar a los reincidentes. En este reglamento, el Ayuntamiento está encontrando su mejor herramienta para luchar contra lo que se consideran actitudes que general “problemas de convivencia”.
Los propios agentes defienden que es así. Por lo menos en ocasiones: “A veces los encontramos en el interior de un portal orinando y luego los vecinos, al día siguiente, tienen que encontrarse con todo aquello oliendo y luego se quejan al Ayuntamiento”. La razón detrás de tantas sanciones es que la Policía Local es la única que patrulla a pie por el Orzán. Este dispositivo está formado habitualmente por ocho agentes y dos mandos  y,  ha demostrado lo importante que es la cercanía de la autoridad para tratar las conductas molestas para los vecinos.

El 092 multó a cerca de 300 personas por orinar en la calle el año pasado

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