11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Los cuatro jóvenes heridos en el siniestro fatal de la madrugada del lunes al martes en Alfonso Molina, en la que murió un adolescente de 16 años, permanecen ingresados y bajo sedación en la UCI del Complejo Hospitalario Universitario. Ni siquiera saben que uno de sus amigos murió a consecuencia de las heridas que le produjo la salida de vía. Así que los agentes de Atestados de la Policía Local esperan para hoy el permiso de los médicos que los atienden para poder interrogarles sobre los hechos que tuvieron lugar esa noche.
A pesar de la escasa información que ha trascendido, se sabe que por lo menos una de las jóvenes deberá ser intervenida de una herida en la pierna. Se trata de C.G.O.P, de 20 años, que viajaba con su hermana de 16 años, que también tuvo que ser operada de un traumatismo abdominal. Los dos varones supervivientes, P.B.P, de 21 años, que sufrió un traumatismo craneoencefálico, y J.S.C.A., de 19 años, se encuentran estables dentro de su gravedad. En cuanto a su compañero, fue enterrado ayer en el cementerio de san Amaro.
Los agentes confiaban en entrevistarse con ellos ayer por la tarde, pero solo pudieron levantar un acta después de que los médicos se negaran a ello.
Pruebas
A pesar de que todavía no se haya interrogado a las víctimas, las pruebas que recogieron en el lugar de los hechos los agentes de la Unidad de Atestados apuntan a que el Mini Cooper en el que viajaban los jóvenes circulaba a más velocidad que los 80 kilómetros por hora que es el límite fijado en ese tramo de Alfonso Molina. También habrían cometido una infracción al superar la capacidad del pequeño vehículo, que tiene espacio para cuatro personas, y en ella viajaban cinco. El fallecido habría sido encontrado en la parte trasera.
También falta por explicar el motivo de esa extraño golpe de volante que realizaron justo pasada la fuente de Las pajaritas y que les llevó a estrellarse contra la intersección del desvío hacia la ronda de Outeiro y alcalde Pérez Ardá. Allí derrapó, se salió de la vía invadiendo la zona verde y acabó volcando, arrancando árboles a su paso. Fue necesario que los bomberos trabajaran intensamente durante cincuenta minutos para liberarlos de la carcasa destrozada y poder trasladados al Hospital.
