El 092 detiene a una mujer por rayar el coche de un vecino al que odiaba

En un principio, parecía una intervención rutinaria, pero lo cierto es que poco a poco la cosa fue yendo a mayores hasta acabar en una detención de una mujer de 39 años que estaba fuera de sí. La detenida odiaba a un vecino y para vengarse de él, rayó profundamente la carrocería de su coche y acabó de perder los papeles cuando llegaron los agentes municipales, que tras llevarle al Hospital presa de lo que parecía un ataque de histeria, la encerraron en el calabozo.
Todo ocurrió durante la madrugada de ayer, cuando una patrulla del 092 fue requerida en el barrio de Riazor por una queja de ruidos. Eran las tres de la madrugada y el vecino que hizo la llamada aseguraba que la música que salía del piso de al lado estaba tan alta que no podía dormir.  Cuando los policías llegaron al lugar charlaron con el sujeto en cuestión y comprobaron que, efectivamente, se oía ruido, así que llamaron a la puerta del domicilio en cuestión.
Les abrió una mujer a la que le pidieron que bajase el volumen. La vecina en cuestión accedió, pero aseguró a los agentes que nada de esto tenía que ver con la música, y que lo que realmente ocurría es que el hombre que les había llamado y ella estaban enemistados desde hacía mucho tiempo. Los agentes asintieron, comprensivos, y se marcharon.
Todo debía haber acabado ahí, pero a las seis menos cuarto de la noche, en la sala del 092 recibieron un nueva llamada que requerían presencia policial en la misma calle. Unos viandantes habían visto a una mujer dañando un vehículo estacionado.

a conciencia
Una vez en el lugar, los policías se entrevistaron con los testigos que les contaron lo que habían visto: conocían a la mujer porque era vecina de la zona y se quedaron asombrados al ver como rayaba con un objeto metálico el coche antes de marchar a pie en dirección a al calle Barcelona. Los agentes pudieron comprobar que había sido concienzuda, porque el vehículo presentaba “considerables daños, con todo el perímetro y el capó delantero rayado”.
Los testigos también les facilitaron una descripción detallada de la sospechosa, así que cuando poco después, los agentes que se dirigían al domicilio del propietario del vehículo para informarle de lo acontecido, vieron cómo salía del portal una mujer que coincidía plenamente con la descripción, no lo dudaron: la detuvieron.
Resultó ser la misma a la que los policías habían requerido anteriormente por tener la  música muy alta y el vehículo dañado propiedad del vecino que  se había quejado del volumen de la música. Una vez introducida en el vehículo policial, la detenida comenzó a ponerse “muy nerviosa y agresiva hacia los policías, intentando autolesionarse dando golpes contra la mampara del vehículo policial” al tiempo que profería gritos e insultos de todo tipo contra los policías. Los policías solicitaron la presencia de una ambulancia cuyos sanitarios decidieron trasladarla al Hospital. De allí  salió a dependencias policiales donde pasó el resto de la noche en el calabozo.