El 092 cataloga las pintadas de la ciudad para tener “fichados” a los grafiteros

Hace algo más de un año, los agentes municipales descubrieron al más famoso grafitero de la ciudad, “Asma”, manos a la obra en el callejón del Africano, en el Orzán,  y le acusaron de un delito de daños contra la propiedad privada. La sentencia fue condenatoria, pero el grafitero apeló y el juez le dio la razón, puesto que determinó que su pintada tenía “valor artístico”.  
Sin embargo, el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Julio Flores, que no parece tener tanta sensibilidad artística como el magistrado, está determinado a combatir las pintadas para acallar las quejas de vecinos y comerciantes así que, actualmente, las unidades de barrio de la Policía Local están elaborando un catálogo de grafitis.
El objetivo es poder reunir pruebas que permitan agravar los cargos que presenten contra uno de estos detenidos, de manera que se les pueda acusar de un delito continuado y no de una simple falta. “Hay que tener en cuenta que el delito prescribe en seis meses. Eso significa que el catálogo tendrá que estar actualizado cada cierto tiempo para que sea útil”, comentan fuentes municipales. El Ayuntamiento también pretende conseguir la colaboración de la Policía Nacional para que les proporcionen peritos caligráficos que prueben que las firmas de estos artistas callejeros (o gamberros, según a quién se pregunte) son las que aparecen en los informes policiales.
Hay que tener en cuenta que muchas pintadas se limitan a dejar la firma del autor, y que son pocos los que realizan verdaderos dibujos. La mayoría solo tiene tiempo a dejar el “tag”, que es como se llama en el argot a su rúbrica, antes de salir corriendo. Es una forma de identificación que ya ha puesto en práctica en otras ocasiones el 092, como en febrero de este año, cuando un coche patrulla atrapó a tres jóvenes con edades comprendidas entre los 17 y los 21 años cuando estaban pintado con aerosol una pared a la las cinco de la madrugada en la calle de Juan Canalejo . Tras incautarse de los botes de pintura, los agentes comprobaron que tanto los colores como la firma de los autores se correspondía con varios dibujos detectados en otros puntos de la ciudad.
Una vez tengan el catálogo en su poder, el Ayuntamiento espera poder seguir este procedimiento en más casos.

a través del juzgado
Pero elaborar un inventario no es la primera medida que toma el Ayuntamiento. En el último año, a través de la unidades de Barrio de la Policía Local se ha incrementado la vigilancia y  realizado más de 30 denuncias. Lo que es más, se ha cambiado de táctica, de manera que estas denuncias ya no se gestionan a través de la Concejalía de Medio Ambiente, sino por el juzgado, de manera que las anteriores infracciones consten en su expediente.
Con todas estas iniciativas el Ayuntamiento pretende reducir un fenómeno que, según la percepción de los vecinos y de los propios policías, ha ido en aumento en los próximos años. Sobre todo en el barrio del Orzán que acoge la zona de movida más grande de la ciudad y en la que en zonas como la calle de Juan Canalejo o la de la plaza del Africano, los garabatos realizados con aerosol no solo invaden paredes, sino también los escaparates o rejas. n