“Una cosa es que empecemos a crecer y otra que las heridas de estos años se puedan sanar”

“Una cosa es que empecemos a crecer y otra que las heridas de estos años se puedan sanar”

Antonio Fontela (A Coruña, 1945) tiene claro que la reforma laboral es un \“esfuerzo necesario\” para superar la crisis y equipararnos al resto de países europeos. También reivindica el reconocimiento del trabajo que se ha llevado a cabo en Galicia para cumplir con los objetivos de déficit y mantener el pulso a la frágil economía.
—La pregunta es obligada. ¿Qué le parece la reforma laboral?
—Considero que es una reforma positiva. Viene a resolver muchos problemas que había en el mundo de la empresa y se basa en el documento que firmamos la CEOE con los sindicatos el 25 de enero, en el que se marcó el límite de la flexibilidad del despido. Luego está la última reforma del PSOE, de los despidos por causas objetivas, algo que estaba planteado pero no se había desarrollado. Y hay un tema muy importante que era dejar todo claro en el desarrollo parlamentario, para después evitar interpretaciones diversas en lo que pueden ser los pleitos judiciales.
—¿Será eficaz?

\“La reforma es buena, pero no alcanza lo que la CEOE pedía, como los 20 días de indemnización y no 33\”


—Es posible que en este momento, en el que no hay liquidez ni financiación ni contratación pública, sea difícil que se cree empleo. Se podrán crear puestos de trabajo cuando comencemos a crecer por encima del 1% del PIB. Es decir, a partir del 2,5 % las condiciones serían idóneas.
—Por lo que se ve, no cree que sea efectiva a corto plazo.
—Ya digo, crear empleo lo hará cuando haya demanda para las empresas. Lo que se va a procurar es buscar soluciones para no tener que despedir, de ahí que sea importante flexibilizar horarios y jornadas, todo ese mundo de posibilidades que da la nueva ley.
—Entonces, ¿descarta que se lleven a cabo ERE masivos, como denuncian algunos sectores, sobre todo los sindicatos?
—Yo creo que no. Entiendo que el bien más importante para una empresa es su personal. Cuando te desprendes de él es porque no te queda más remedio. Ahora lo que se facilita son esas medidas para flexibilizar y evitar despidos y cierre de empresas. Por eso consideramos que la reforma es buena, aunque no todo lo que la CEOE pedía, que eran los 20 días de indemnización por despido y no los 33 que se han aprobado.
—En este clima de agitación social que se ha suscitado, ¿cómo podría explicar un empresario a los trabajadores dónde está el beneficio de todo esto?
—El beneficio está en que hay un entorno socioeconómico, que es la UE, y hay que ser competitivos en él. Si no lo somos, no podemos trabajar y si no trabajamos no podrá haber empleados. Tenemos que tener unas condiciones semejantes a otros países como Inglaterra, Holanda o Alemania. La reforma laboral es algo que toda Europa y todo el mundo nos pedía –desde el FMI hasta el BCE– porque teníamos una legislación de los 80, que es el Estatuto de los Trabajadores. Es verdad que ha sufrido hasta 36 reformas en estos años, pero tenía una visión totalmente paternalista de las relaciones laborales. Además, considero que con la reforma actual se van a evitar muchos despidos. Si la hubiésemos tenido tres años antes, seguramente no habríamos llegado a la cifra actual de parados.

\“Galicia ha pasado por una purga para mantener el déficit cerca del 1,5% que se le exigirá al resto de España\”


—Pero el presidente del Gobierno habla de 600.000 parados más para este año...
—Pero eso se dijo antes de la reforma. Y sin ella, yo creo que llegaríamos a los seis millones de parados. Para crear empleo necesitamos crear condiciones económicas favorables y ahora mismo no estábamos en esas condiciones. —¿Cree que la recuperación va a ser total o España quedará tocada después de la crisis?
—Todas estas deudas que se están acumulando van a perjudicar a las empresas. Una cosa es que empecemos a crecer y otra que las heridas de todos estos años se puedan sanar. Tendremos que esperar un período de dos o tres años –en el mejor de los casos después del 2013– para hacerlo. Pero este país ya no volverá a ser el mismo, porque el concepto del Estado de Bienestar, que parecía que aquí nos lo daban todo gratis, ya no vale. Este país no tiene petróleo, no nos toca la lotería todos los días y no tiene posibilidades de desarrollar un crecimiento superior al de otros. Esto lo hay que trabajar todos los días.
—Pero la situación en Galicia ya venía siendo dura desde antes, con la cuota láctea, la pesquera, el parón del sector naval, la fusión de las cajas...
—Es cierto. Nosotros hemos sido la segunda comunidad que más se ha acercado al índice de déficit que se ha fijado ahora, es decir, que ya hemos hecho mucho a este respecto. Y pese a toda la presión que efectivamente nos metieron, tenemos cuatro puntos menos de paro que otras comunidades. Incluso, las importaciones gallegas están un 40% por encima de la media.
—¿Cómo ve la salud del empresariado gallego?
—Con mucha preocupación, como todo el sector. Quizás como hemos pasado por una purga mayor para mantener el déficit en el 1,5%-1,6%, se nos hayan aplicado medidas más duras, que son las que se van a llevar a cabo ahora en otras comunidades.
—¿Se obtendrá alguna contraprestación a ese esfuerzo?
—Lo que entiendo es que Galicia está más cerca de cumplir el déficit que se pedía este año. Igual si nos tenemos que quedar en el 1,3%, que es lo ideal, estamos más cerca. Creo que lo que va a pasar es que se \“castigue\” a los que no cumplen y a nosotros, pues, se nos premiará no castigándonos. En cierto modo yo creo que ya estamos beneficiados por la situación en la que estamos.
—Dentro de lo malo, una buena noticia es la medida para dar liquidez a las administraciones y saldar las deudas con los proveedores, ¿no?
—Es una buena noticia que el Estado dé este dinero a las comunidades y ayuntamientos para pagar las letras. Pero esta medida tienes dos caras, porque la administración que haya pagado religiosamente sus deudas ha tenido que endeudarse para costear los intereses, mientras que las que han gestionado mal, ahora no solo no tienen que pagar los intereses de demora, sino que les hacen una quita. Eso da muy poca credibilidad fuera de nuestras fronteras, porque no es serio.
—Las administraciones liquidan, pero, ¿habría que \“liquidar\” administraciones?
—Sí. Pienso que hay muchas administraciones y habría que ver si todas son necesarias o cómo se pueden coordinar. El caso es que hay demasiados empleados públicos por habitante, o por trabajador privado.
—¿Está de acuerdo con la idea de fusionar municipios?
—Creo que sería la mejor. También se habla de eliminar las Diputaciones porque cuestan miles de millones, pero habría que ver si el servicio que dan compensa perderlo. En cuanto a lo de la fusión, parece que la idea se ha dejado de lado. Lo que está claro es que hay que hacer recortes en todas las administraciones.

“Una cosa es que empecemos a crecer y otra que las heridas de estos años se puedan sanar”

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