“Somos positivas y estamos muy cansadas del bombardeo al que nos están sometiendo”

“Somos positivas y estamos muy cansadas del bombardeo al que nos están sometiendo”
las actrices llevaban cuatro años buscando un proyecto teatral en el que trabajar juntas

Las actrices Miriam Díaz-Aroca y Belinda Washington serán el 5 y 6 de julio en el teatro Rosalía las mujeres de un mismo hombre. Una particularidad que descubrirán ante el lecho de muerte de su marido y que les abrirá la puerta a una segunda vida. Libre de ataduras. Porque no se sabe hasta qué punto las desgracias aparentes se pueden convertir en oportunidades, la comedia “Ni para ti, ni para mí” es un ejemplo de ello.
Lo único que está claro es que ambas intérpretes llevaban buscando un proyecto teatral juntas desde hace cuatro años cuando llamaron a la puerta del director Juan Luis Iborra y el profesional les dijo que en ese momento estaba ocupado. Así es que tuvieron que pasar cuatro primaveras para que el guionista les diera señales de vida con una historia de mujeres en la mano y las ganas de coger la batuta en la otra.
Él les hizo un guión a medida que fueron dando forma entre Iborra y Sonia Gómez. A golpe de ensayo y de ideas frescas. Como la que le llevó a Miriam a diseñar el propio cartel de la obra con los rotuladores de su hija: “Es un retrato tipo Toulouse-Lautrec”. Las protagonistas se ocuparon también de pensar un vestuario porque “somos positivas y estamos muy cansadas del bombardeo al que nos están sometiendo. Hay que ajustarse a las cosas tal y como están”.
Es por eso que Belinda es la voz de las canciones de cabaré que suenan al principio y con esta consigna, las dos se subieron para comulgar desde el primer día a un escenario, donde “todo fluye y eso se nota”, asegura la que lleva a Galicia en el ADN. Porque “la obra está muy bien contada con poquitos elementos”, el público –añade Belinda– se queda con una sonrisa. Y se pregunta por qué dura tan poco cuando, en realidad, “Ni para ti, ni para mí” cumple con la media de la mayoría de las funciones.
En el tándem, Miriam hace de ingenua y medio tonta. Por su parte, Belinda es la parte dominante, más seca y dura, pero como “las cosas no son lo que parecen”, el personaje esconde sus debilidades por dentro. Para que nadie las vea. Al igual que ocurre en la calle.
Washington cree en la terapia de la risa para combatir las desgracias y problemas. En este sentido, la comedia tintada de negro no es más que un analgésico frente a los mensajes negativos que contaminan el ambiente.
Con la característica en común de compartir un pasado televisivo importante, Miriam señala que no es que escapen del medio. Al contrario. Lo que pasa es que “cuentan con otro tipo de perfiles”.
La que revolucionó a una generación de niños sobre patines asegura que están dispuestas a volver a un formato que califica como “nuestro”, pero entiende que en un mundo en el que “todo vale” no caben. Y esperan que la televisión deje de ir marcha atrás. Y remonte. En este aspecto, Belinda Washington estrenará en la pequeña pantalla la serie “Niños robados” a la espera de más papeles y retos: “De momento no hay, pero ya encajaré”, afirma. 

“Somos positivas y estamos muy cansadas del bombardeo al que nos están sometiendo”

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