“Que haya pocas mujeres directoras no se debe a una cuestión de machismo”

“Que haya pocas mujeres directoras  no se debe a una cuestión de machismo”

Cuando la canadiense Keri Lynn salió del conservatorio de Nueva York, tenía claro lo que quería ser porque a pesar de que llevaba un diploma debajo del brazo que le atribuía la capacidad de dominar una flauta, no podía pensar su carrera sin una batuta en la mano. Fue así como la mujer se puso al frente de conjuntos orquestales de todo el mundo. Pisó la Ópera de Viena, el Arena de Verona, el Bolshoi y el Real madrileño. Con autoridad y pasión, que son los ingredientes que la directora le echa a su caldo particular. Los que hoy le hacen aterrizar en la ciudad para convertirse en la primera mujer que dirige una ópera en Galicia.

LA SINFÓNICA ES MUY FLEXIBLE CON EL GÉNERO LÍRICO. SIEMPRE DISPUESTA A APRENDER

Para la ocasión, la batuta desnudará el “Nabucco”, de Verdi, que es “perfecta” porque el duelo de la historia se baña de melodía. Es bello y emotivo. Como si Verdi metiera la vida dentro de ella, señala. Es por eso que Keri Lynn dice estar contentísima: “Muy feliz porque la orquesta es fantástica”. La profesional define a la OSG como muy flexible con el género lírico. Atenta y fresca. Siempre dispuesta a aprender. De ahí que se respire un buen sentimiento en los ensayos previos al concierto de mañana en el Palacio de la Ópera. Cuando una melena convenza a la butaca. En el 60 Festival de Ópera.

En este sentido, Keri no cree que exista machismo en su mundo y el hecho de que sean pocas las mujeres se debe, según la norteamericana, a la tradición: “No es una cuestión de machismo porque desde hace 40 años se pueden ver a mujeres al frente de orquestas”.

Es así como nadie juzga su trabajo por ser una de ellas sino por ser artista. Sin más apellidos que los suyos. En una profesión, de la que asegura, hay que llevarla en la sangre. Para su estreno en A Coruña, la maestra tendrá el placer de compartir escenario con el barítono Leo Nucci, “es un honor colaborar con él” porque “comparto la misma energía y pasión”. Y volverá a a suceder. Porque los dos juntos son capaces de producir electricidad. En este caso, en formato concierto que “nos permite concentrarnos en la música”. Más puro que la ópera escenificada que despista. Y arropados por un elenco en el que destaca Elisabete Matos y la ferrolana Patricia Rodríguez. n

 

“Que haya pocas mujeres directoras no se debe a una cuestión de machismo”

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