“Paco Vázquez se merece un arco de triunfo”

entrevista de m. pérez

cándido moreno aragón  escritor

Una obra peculiar que en este caso esconde a un autor aún más especial. “Calidoscopio vital y epistolar” es, más que un libro, un análisis social por una parte y una búsqueda de la verdad por otra. Su escritor, Cándido Moreno –Brazatortas, Ciudad Real–, es ya coruñés de pleno derecho y experto en el noble arte de hacer pensar a los demás. Lo acreditan una cátedra en Psicología Evolutiva por la Universidad, una amplia trayectoria como director en la Laboral y un discurso coherente, bien hilado.

—¿Cuál es la idea que persigue este calidoscopio?
—Mi intención es hacer pensar a la gente, todo lo contrario de lo que pretende la política y los políticos, su intención es adormecer al pueblo. Si nos dejamos llevar podemos acabar por caer en una democracia nominal. No real, falsa.
—Es un juicio algo duro.
—En Alemania, un pueblo bien formado, Hitler accedió al poder democráticamente y terminó por matar a 700 millones de personas. Eso sí fue duro.
—Es difícil que un caso así se vuelva a dar y menos aquí.
—Pasé seis años en Guinea, tras la independencia, formando a profesores. Lo que se pretendía fuese una democracia, que es la forma de gobierno menos mala, desembocó en dictadura. Ya se han cargado allí a una cuarta parte de la población.
—De ahí la importancia de que los pueblos piensen.
—Yo sólo quiero reflejar la realidad desde distintos puntos de vista y que el lector entresaque sus propias conclusiones. Eso en la primera parte, en la segunda simplemente opino sobre algunos temas de interés y reflejo mi correspondencia con algunas personalidades.
—Veo que no le gusta demasiado la clase política. ¿Quién es entonces el más adecuado para gobernar a un pueblo?
—Los más adecuados son los mejores, los más válidos, esos deben gobernar. Los que lo hacen actualmente sólo miran por sus propios intereses. Admiro a Zapatero, pero ha hecho muchas cosas que...
—Y en la ciudad, ¿de quién sería ese puesto?
—Desde luego de los más votados. No se puede pretender gobernar en minoría y plegarse constantemente a intereses de otros. El partido que más votos obtenga es el que debe gobernar, eso es la democracia.
—Pero la ley D’hont...
—Si la ley electoral no funciona habría que cambiarla de alguna manera. No es que lo diga yo, eso ya lo propuso Paco Vázquez, por ejemplo.
—¿Era él uno de esos “mejores”?
—Por supuesto. Hizo mucho en su etapa. Yo le dediqué los párrafos de un libro y la ciudad debería homenajearlo como merece. No con una calle o un paseo marítimo, si acaso con un arco de triunfo. Paco Vázquez merece un arco de triunfo o algo más incluso.
—¿Y contestaba a sus cartas?
—Él y Zapatero, y José Bono, y Aznar cuando era presidente y Pilar del Castillo... y el Rey don Juan Carlos.
—Se mete con la política, pero también habla de religión.
—Son dos temas de los que se evita hablar en las casas. Somos estúpidos, no se pueden esquivar asuntos que son vitales para las personas y para las sociedades.