“No hay trasfondo ni poesía; nuestra música es directa”

Andrés, Jorge y Juan son Lendrone. Un grupo que comenzó a coquetear con ritmos poco usados. Para engrasarlos y unirlos a la base del pastel, que es el rock de corte experimental. Después de un año y pico en los escenarios puliendo su personalidad, los coruñeses sacan ahora su disco debut que titulan “Uno” porque “igual si le dimos vueltas al nombre” pero al final responde a la forma de ser del grupo. Donde cada tema tiene sentido pero no tiene que ver con lo conceptual. No hay trasfondo ni poesía, simplemente “nuestra música es directa”.

Y ocurre igual que con los recién nacidos. Unos atribuyen rasgos al padre y otros a la madre y, en definitiva, las referencias al pasado siempre están porque “parte de lo que escuchas es lo que haces”. Hace más de un año que soltaban a la calle sus primeras creaciones. Que son el resultado de probar con sintentizadores y de trasladar las matemáticas al rock para sorprender con compases no esperados. Para rebozarlos con lo que se conoce como Krautrock, que se hacía en Alemania en los años 70 y se basa en la repetición de sonidos.

En cuanto a gustos, los tres introducen en el pote influencias de todo tipo porque mientras Juan –el batería– se mueve por “cosas más duras”, Andrés lleva tiempo “escuchando tecno como un enfermo”. Con el trabajo pisando el suelo, la formación se lanza a la carretera para presentar “Uno”. Lo hicieron el viernes en Vigo. Y el calendario les marca Lugo, Madrid y Ourense como próximas paradas en marzo para recalar en su ciudad en abril.

Todavía desconocen la fecha de su directo en A Coruña pero la repercusión obtenida hasta el momento es más de lo esperado. Los que contaban con hacer simplemente lo que les gustaba y dar un concierto al mes.

Y es que la crítica sitúa a Lendrone como uno de los grupos revelación del rock electrónico experimental: “No lo creemos pero estamos bastante tranquilos”. En este sentido, Andrés dice que solo quieren que el disco salga bien. Con una personalidad diferente al resto, donde la voz es un instrumento más sometido a los caprichos de los efectos. Y a los golpes de ritmo.