“Lo políticamente correcto es un plan diseñado para que no pienses”

El Ideal Gallego-2011-10-19-014-1800cde0

 manuel manquiña
actor

Manuel Manquiña lo advierte. Su monólogo del viernes no será apto para los políticamente correctos. El que dice ser “El indignado”, aparecerá en cohete y con traje para repasar una lección de historia donde, al final, los personajes se repiten y la culpa es de todos aunque todos digan que no.

entrevista de marta garcía márquez

Manquiña lleva enfadado toda su vida, chinchado, aclara, porque todos tienen derecho a estarlo y uno se puede indignar con lo que le dé la gana. Él lo hace hasta con quien no tira papeles en la papelera. El Colón pone el escenario (20.30). Manquiña, la indignación. Agárrense los machos, dice el cómico, porque las risas no serán precisamente bonitas.
—¿Cómo se come un indignado en traje?
—Ya te digo yo pero, ¿ellos no presumen de que allí estaba todo el mundo: padres de familia, jubilados y un señor en caballo? Parece ser que todos tenemos un poco de derecho a indignarnos en este baile y que cada uno se puede indignar con lo que le dé la gana.
—Pero usted es de otra clase de indignados.
—El título puede ser un poco oportunista pero la idea del cartel es anterior a todo aquello.
—Es una especie de precursor de la indignación, ¿Tal vez?
—Seguro que no, aunque llevo indignado toda mi vida, que siempre me preguntan pero “¿Qué te pasa?”, pues que estoy chinchado. El eje central del espectáculo es una denuncia a la sociedad por no asumir su parte de responsabilidad. La culpa es siempre de los banqueros, del capital y de los políticos, de todos menos nuestra. Nadie se mira el ombligo, ni dice “pues yo con mi voto voté esto”. Y de una sociedad que tendría que ser más madura, sale una sociedad niñata y dependiente de mamá y de que me den un trabajo y un piso gratis. La sociedad es cada vez más ignorante. Dicen que la culpa es de los mercados pero los mercados existen antes que la escritura porque tú cambiabas un hueso por una piel y es así, pero ahora parece que los mercados están dominados por unos señores encorbatados y resulta que son básicos para la evolución.
—¿Es así como se va hasta los orígenes para explicar esto?
—Sí, esto me lleva al texto del indignado donde hago un repaso histórico desde Nerón a Zapatero, incluso de antes, para llegar a la conclusión de que la historia humana y política lleva cometiendo los mismos errores. Se repiten los mismos personajes.
—Pero Belén Esteban es única e irrepetible.
—Aunque no lo parezca también se repite. Porque Belén Esteban es el Barrabás del pueblo y, ¿a quién quieres liberar a Jesús o a Barrabás si el primero es un petardo y Barrabás es de los nuestros, que mata por su niña y nos toca la sangre? Sus barrabasadas son nuestras barrabasadas y no me hables de cosas complicadas. La historia se repite. En la Revolución Francesa también salían a la calle. Lo que más me llama la atención es la asunción de responsabilidades. Aquí parece que nadie votó a ZP y que el PP va a tener que arreglarlo todo en cinco meses y, ¿si no qué?, pero ¿cómo se va a arreglar? Nadie ve que somos responsables desde siempre pero claro, yo también soy de los que opinan que el que no tira un papel en la papelera está jodiendo al país.
—¿No cree que su forma de hablar gusta porque la gente está un poco harta de tanto discurso?
—Sí, desde luego que el monólogo no es para políticamente correctos porque lo políticamente correcto hizo mucho daño al país. Es un plan diseñado para que no pienses. Cuando mataron a Miguel Ángel Blanco, salieron los políticos diciendo: “Tranquilos que sabemos lo que tenemos que hacer”. Pero no os dais cuenta de que sois nuestros representantes y que estáis pagados por nosotros.
—¿Difiere mucho el Manquiña indignado del Manquiña real?
—No difiere. Mi discurso va un poco por ahí.
—¿Pero comulga o no con los del movimiento 15M?
—En absoluto. El otro día leí en un periódico que pocos caminos le quedaban al movimiento porque si te pasas todo el día protestando con carteles, no arreglas el país. Sin propuestas concretas no existes, no eres real. Hoy todo el mundo está enfadado porque la clase política es una mangoneante. Las listas deberían ser abiertas y la justicia no funciona y todo esto tendrían que concretarlo en una fuerza. Que el sistema está anticuado, lo vemos muchos.
—Pero ellos no buscan ser un partido político.
—Ellos no quieren convertirse en políticos porque no confían en ellos como organización y no puede ser que tires piedras en contra de “los fascistas de ‘nuestros’ barrios” pero, ¿tú quién eres tonto? Hoy no tienen validez. Trabajar es jodido y hay que luchar para no dejarse vencer.
—Da la impresión de que se siente muy cómodo en formato monólogo.
—Tú ya ves. Poder tener público al que aplicar todas estas cosas. Al final, somos quienes somos e invito a todo el mundo a que venga porque nos vamos a reír pero de indignación. Las risitas no serán bonitas ni laicas.

“Lo políticamente correcto es un plan diseñado para que no pienses”

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