9º-16º
martes | 23 abril | 2024
En el mismo hotel donde la vida le dio un aviso, el productor José Manuel Mouriz habla del “patito feo “de la música que es la zarzuela, un género que lleva dejando en ayunas a la ciudad durante un año pero que vuelve con la intención de quedarse.
Y es que si las funciones programadas para los días 14 y 15 en el Colón obtienen el respaldo del público, la Compañía Lírica Siglo XXI hará parada en el auditorio cada seis meses con una lista de títulos de calidad en la maleta. La primera entrega tendrá que ver con obras conocidas: “La del manojo de rosas”, “La verbena de la Paloma” y un resumen con lo mejor de “La revoltosa”, capaces de saciar la sed de los espectadores, en un momento donde, dice Mouriz, “se está ofreciendo zarzuela de muy mala calidad con compañías deambulantes que están dando una imagen de lo que no es”.
La agrupación suelta así las redes consciente de que en A Coruña hay adeptos. Personas fieles al género chico de 50 años para arriba, que notan menos la crisis, según el productor.
En cuanto a los jóvenes, el especialista habla de que la butaca se está renovando en un 20%. Aval suficiente para apostar por el territorio atlántico con precios asequibles que van desde los 25 a los 35 euros y que no atienden a la subida del IVA. Frente a este incremento, Mouriz recuerda lo que ocurrió en Portugal o Irlanda con medidas similares, donde “han echado a la gente de los teatros”.
En este sentido, el profesional señala que el productor de zarzuelas hoy en día “o es un gilipollas o tiene una vocación auténtica” porque un espectáculo de estas características mueve a 75 personas y en lo que a su gestión respecta, “cobro la tercera parte que hace siete años”, asegura.
El que tuvo la ocasión de entrevistar a Clint Eastwood y compartió mesa de apuestas con Cher en el Casino de Las Vegas anuncia nuevas citas en el Colón. Además de la zarzuela, el espacio se aliará el 4 de octubre con la canción de autor y Pablo Milanés para introducirse, el 23 de diciembre, en el mundo Disney con un número sobre “La Sirenita”.
Después de que las cajas de ahorros “nos dejaran con el culo al aire” y la butaca se acostumbrase a entradas subvencionadas por los organismos públicos, a gente como José Manuel Mouriz solo les queda tirar de vocación para arrastrar una marea deseosa de ver zarzuela de calidad. En un escenario de dimensiones reducidas en el que no cabrán modelos de coches antiguos pero sí la esencia.
La repartirán entre la botica, un garaje, un puticlub y cosas añejas. En tiempos costumbristas de pañuelo en la cabeza y en una España cambiante. Dándole una vuelta de tuerca a esta colección de clásicos. n
