“El máster para ejercer la abogacía será como el MIR para los médicos ”

Aal igual que otros portavoces del sector, Digna Braña ha querido hacer un llamamiento a la calma ante la inminente llegada de la ley que regula la colegiación de los profesionales de la abogacía y que ha sembrado  las dudas entre los licenciados, que desconocen muchos detalles del nuevo reglamento. Como directora de la Escuela de Práctica Jurídica, Braña también reinvidica la validez de esta institución para tomar parte en la impartición del futuro máster.
—¿Qué cambios va a introducir la nueva ley?
—Hasta este momento, la Escuela de Práctica Jurídica lo que ofrecía, y sigue ofreciendo, es la formación necesaria para pasar de ser licenciado en Derecho a trabajar como abogado. Lo que viene a decir la ley es que para ejercer la profesión además de estar colegiado, habrá que realizar un máster y un examen oficial. Algo que sería, por poner un ejemplo, como  el MIR para los médicos.
—¿Entonces todos los titulados en Derecho tendrán que pasar ese curso obligatorio?
—No exactamente. Aquellos que se hayan licenciado o graduado antes del 31 de octubre de este año, que es cuando entrará en vigor la ley, cuentan con un plazo de dos años para colegiarse y evitar la realización del máster. Ahora bien, los que se gradúen después de esa fecha, tendrán que hacer el curso de forma obligatoria, si quieren ejercer la abogacía.  
—¿Eso quiere decir que una persona que se haya licenciado hace veinte años, pero no haya ejercido nunca, tendrá que hacer el curso si quiere trabajar como abogado?
—Si no está colegiado, estaría obligado a hacerlo. Por eso el Colegio ha registrado tantas altas en los últimos meses, porque la gente está, por decirlo de alguna manera, cubriéndose las espaldas. Como una previsión de futuro.  
—¿Conoce ya en que consistirá el futuro máster ?
—Pues teniendo en cuenta que el reglamento se dio a conocer en junio, todavía estamos estudiando los detalles. Lo que sí sabemos es que constará de 90 créditos, 30 de prácticas puras y duras –unas 750 horas– y otros 60 que serán de clases presenciales. Además, habrá dos exámenes que incluirán un caso práctico.
—Entonces, habrá más horas teóricas que prácticas.
—Como decía, todavía es pronto para hacer una valoración. Pero considero que es importante que este máster no se convierta en un curso más de la carrera. Lo que queremos es que se mantengan las prácticas, que son el germen de lo que se hace en la Escuela, y lo que realmente dota de experiencia a los estudiantes. No discuto la validez del curso, pero sería adecuado que esos 60 créditos no se limiten a una lección magistral pura y dura, sino que se trabaje de forma práctica. Eso es lo que tratamos de incluir en el convenio que estamos negociando con la Universidad, que es la otra institución implicada en el máster.
—¿Le parece adecuado y suficiente el tiempo que se ha dado a los estudiantes para adaptarse a la nueva ley?
—Para ser sinceros, no nos hemos encontrado con grandes problemas. Lo único, es que vamos un poco justos de tiempo, porque el legislador se olvidó de que había  una ley desde hace cinco años que no tenía reglamento, que entraba en vigor este mismo año, y por eso se publicó toda la normativa en junio.  Eso es lo que, quizás, suscitó las mayores protestas por parte de los alumnos. Nosotros estamos intentado ahora adaptarnos a ese reglamento de la mejor manera, para preparar un máster lo más consolidado posible que pueda empezar a impartirse en octubre del próximo año. Realmente pensamos, que partiendo de la experiencia de formación práctica de licenciados en Derecho que ha adquirido la Escuela en estos 25 años, podríamos convertir el máster en una formación eminentemente práctica y útil.