“Cuando supe que había dado el premio no pude dormir de la emoción”

“Cuando supe que había dado el premio no pude dormir de la emoción”
Uno de sus puntos favoritos para vender es la calle Real susy suárez

Lo bueno de los premios como el Cupón o la Lotería es que siempre reparten el doble de felicidad: a los acertantes y a las personas que venden los boletos. Este es el caso de Alberto Durán, un agente de la ONCE que repartió un número premiado en el sorteo del Cuponazo del pasado viernes con 420.000 euros (30.000 euros para cada uno de los cupones premiados).

Durán lleva ya doce años vendiendo en la ciudad, pero afirma que esta es la cantidad más alta que ha recaído en uno de sus cupones. “Todavía estoy un poco nervioso. El sábado, cuando me enteré de lo del premio, no pude dormir en toda la noche de la emoción”, aseguraba ayer en su puesto de la calle Real. La céntrica vía coruñesa es uno de los puntos en los que suele trabajar, aunque también visita el barrio de Los Rosales y la parroquia de Altamira. Por eso, se mostraba convencido de que el premio ha estado muy bien repartido. “La calle Real es el sitio donde más vendo, pero estoy seguro de que el 46938 lo di en varios sitios”, señala el vendedor, quien espera que los agraciados sean “clientes habituales”.

“De momento, solo vino una señora a darme las gracias, porque seguro que mucha gente aún no se enteró de que la había tocado”, apunta el repartidor de fortuna. Durán también confía en que este premio sea el primero de “una buena racha” y sirva para atraer a más clientes.

“Cuando supe que había dado el premio no pude dormir de la emoción”

Te puede interesar