“Confiamos en que el proyecto de O Parrote sea realista y que no se siga vendiendo la moto”

 La Federación Salvador de Madariaga es una de las mayores entidades vecinales que existen en A Coruña y representa, entre otros, a colectivos de vecinos  de los barrios más céntricos de la ciudad, como el Ensanche o La Marina.El presidente de la entidad  desde hace 14 años, Juan Sáenz-Chas, se reunió el pasado mes de julio con Carlos Negreira para hablar de algunos de los futuros proyectos del gobierno municipal que, casualmente, afectan de manera directa a los vecinos de las zonas que forman parte de la federación. Las obras de O Parrote, la peatonalización de San Andrés, la ordenanza de ruidos o el incremento de la seguridad en las calles son algunos de los temas que Salvador de Madariaga mantiene en su lista de prioridades.

entrevista de débora garcía

Chas se convirtió en julio, en uno de los primeros representantes vecinales en mantener una reunión con el nuevo alcalde, Carlos Negreira.

Dos meses después hace balance de dicho encuentro y de la situación actual de algunos de los proyectos que más preocupan a los vecinos de la zona centro, y por extensión, a todos los coruñeses.
—Antes de entrar en materia, ¿qué valoración general hacen en la federación de los primeros cien días del nuevo gobierno municipal?
—Nos parece que es muy poco tiempo para entrar en valoraciones. Esto de los cien días es un tema más a nivel político porque, en general, los problemas de los vecinos siguen siendo los mismos. Sí hay que reconocer que ha habido algunas medidas muy positivas, por ejemplo, lo que el gobierno llama “plan de austeridad”. En este sentido, había un consenso general entre toda la ciudadanía de recortar ciertos gastos  superfluos. Y la mejor idea, y de hecho la que ha tenido mayor repercusión, es la eliminación de los coches oficiales. A Coruña ha aparecido ante la opinión pública como una de las primeras ciudades en las que se ha llevado a cabo esta medida y está en primera línea en esta forma de entender la política.
—¿Usted confía en que esta “política de austeridad” tenga efecto a corto plazo?
—Bueno, hay algunas personas que dicen que eso es el “chocolate del loro”, pero realmente pienso que hay consenso entre la gente. Sinceramente, no soy experto en la materia y no sé si eso va a tener una repercusión importante frente a la crisis, pero entre los vecinos las medidas han sido muy bien recibidas. Tanto lo de los coches, como el recorte de gastos en promoción y asesores. Desde la federación, reconocemos que Carlos Negreira ha actuado con una gran audacia.
—Frente a estas medidas de ahorro, el gobierno municipal ha anunciado proyectos de gran calado que les afecta directamente, como el de O Parrote.
—Antes de nada, me gustaría dejar claro que nosotros, tanto al gobierno anterior como al actual, les hemos dicho por activa y por pasiva que lo que queríamos era ver finalizada la obra, porque la situación ya había llegado a un punto en que se estaba haciendo insostenible. Los sucesivos proyectos que se han ido presentando los hemos apoyado y para nosotros cualquier iniciativa es buena con tal de que desaparezca el agujero de O Parrote. Lo que nos parece positivo de este nuevo plan es que está aprobado y se presenta de una forma adecuada, porque la superficie destinada para uso hostelero se reduce y se deja más espacio para el disfrute de los paseantes. El resto de los objetivos se cumplen sin que vaya en detrimento de los fondos públicos. Lo que hemos reclamado al Ayuntamiento es que se acelere, en la medida de lo posible, la ejecución de las obras.
—Pero, ¿qué diferencias ve entre el nuevo plan y el presentado por el bipartito?
—La verdad es que el proyecto presentado por el gobierno anterior para La Marina también nos parecía interesante, pero claro, se pararon las obras de O Parrote y esto nos decepcionó bastante. Porque, en esta zona tenemos un grave problema con el aparcamiento, tanto los vecinos, como los comerciantes. Por otro lado, está el tema del tráfico, que ya no solo afecta a los residentes, sino a todos los coruñeses en general, de ahí que el soterramiento sea una gran idea. Ahora bien, la diferencia del nuevo proyecto es que se va a realizar por fases, es decir, que vamos a poder ver como se va a ir plasmando. Esto es mucho más realista y más práctico que presentar un grandísimo proyecto con una maqueta espectacular que luego se va a quedar en nada.
—¿Creen que habrá suficiente inversión para rematar todas las obras de la zona?
—Sabemos que en este momento, la situación está muy mal, pero precisamente el desarrollo en fases del proyecto nos permitirá comprobar si esto va para adelante o no. Si este plan sirve para reactivar el comercio y crear puestos de trabajo, yo creo que vale la pena realizar una gran inversión. Reitero, lo importante es empezar a ver los frutos de esos trabajos, porque que te prometan una cosa hace cuatro años y ver que de todo aquello no hay nada, es muy decepcionante. El actual proyecto es más realista que seguir vendiendo la moto.
—Otro gran proyecto que les toca muy de cerca es la peatonalización de San Andrés y que ha generado división de opiniones entre los vecinos.
—Aún no conozco todos los detalles, pero según tenemos entendido se va a tratar de una peatonalización relativa, es decir, que se podrán realizar labores de carga y descarga y que habrá acceso total a los residentes y a las personas que tengan un garaje en la zona. En ese sentido, la idea nos parece positiva, porque la calle de San Andrés, entre lo bolardos y el carril bus, se estaba convirtiendo en una vía rápida que había deteriorado, no solo el tema del comercio, sino la propia calidad de vida de los vecinos. Hay que tener en cuenta que es una zona en la que hay viviendas del siglo XIX que no están preparadas para soportar el volumen de tráfico que hay ahora mismo en la calle. En esas condiciones, lo mejor es “humanizar” San Andrés de alguna forma. Lo que aún no sabemos es si eso va a terminar con la peatonalización total o con una reducción significativa del tráfico en la zona. Desde luego, lo que es insostenible es mantener la actual situación, con tráfico de ida y vuelta y dos carriles de salida.
—Mencionaba usted el carril bus, ¿qué les parece la medida anunciada hace unos días de que se retirarán las aletas de tiburón?
—Pues nos parece que el gobierno municipal ha venido a recoger un poco la reivindicación que teníamos las asociaciones vecinales de la zona afectadas por el carril bus. Para mí, el hecho de que aún no se haya quitado es uno de los pocos puntos negativos que puedo señalar en los primeros cien días de la nueva gestión municipal. Porque, aunque se hayan quitado las aletas, sigue habiendo algunas incógnitas por resolver que se deberían desvelar cuanto antes. El alcalde y algunos concejales han dicho que se va a dar “un uso inteligente”, pero no tenemos muy claro cuál va a ser ese “uso”. De todas formas, la retirada de las aletas ya es un gran avance.   
—¿Cuál es su propuesta?
—Yo creo que no debería haber ningún dispositivo de separación, sino que los buses tengan preferencia en esas calles y que se penalice a los conductores que no lo respeten. Es tan sencillo como hacer un stop. Por eso insistimos en que no estamos totalmente en contra del carril bus, pero sí de la opción que instaló el anterior gobierno, que evitaba aparcar en doble fila, pero también impedía una circulación normal. Lo que quiero dejar claro es que no se puede demonizar a todos los conductores por unos pocos que no respetan las normas de tráfico.

“Ha pasado tiempo suficiente para que la Policía de Barrio esté funcionando”

Hace unos días los comerciantes de las calles del centro se quejaban de la falta de seguridad, después de una oleada de hurtos en varios establecimientos. El presidente de Salvador de Madariaga concuerda con el sector en que se deberían tomar medidas para acabar tanto con los robos como otros problemas que afectan a la zona.
—La falta de seguridad en la calle es uno de los temas que más preocupan a su entidad, ¿cree que la implantación  de la Policía de Barrio supondrá una mejora al respecto?
—Antes de nada me gustaría destacar que el tema de la  Policía de Barrio ha sido una de las mejores propuestas del actual gobierno y creemos que se debería poner en marcha cuanto antes. Ya hace unos años, cuando empezó a funcionar por primera vez, había sido una experiencia muy positiva, porque los vecinos contaban con una persona de referencia en el barrio, perfectamente identificada a la que podían acudir en cualquier momento. Ahora bien, había temas que, al tratarse de un policía nacional, no podía resolver y solo se limitaba a tomar nota. Por eso, creemos que el nuevo servicio debe combinar al mismo tiempo los dos cuerpos de seguridad, tanto Policía Nacional como Local, para que se resuelvan todo tipo de problemas, desde una farola que esté rota o ruidos en la calle o temas propiamente delictivos.
—El Ayuntamiento ya ha anunciado que este servicio entrará en funcionamiento el primer trimestre del próximo año.
—Lo sabemos, pero creemos que debería hacerse antes. Nos parece que ya ha pasado el tiempo suficiente para que el tema esté  más avanzado, o por lo menos que entre en vigor a partir del 1 de enero. Si nos descuidamos llegamos al mes de abril si que esto vaya para adelante. Además, con la convocatoria de la Junta Local de Seguridad se supone que la coordinación de los dos cuerpos de policía es mucho más sencilla y rápida. Ya digo que la noticia que ha dado el Ayuntamiento nos parece buena, pero deberían actuar con más celeridad en estos temas, especialmente después de los sucesos de los últimos meses.
—¿Se refiere al alto índice de robos en la zona centro?
—Me refiero a eso y a toda la ciudad. Hay una sensación generalizada de inseguridad, ya sea por los robos en comercios, como por el asesinato de los niños de Monte Alto, como por otras cuestiones... Realmente pienso que hay que hacer algo al respecto y la implantación de la Policía de Barrio es una buena medida.
—Muy relacionado con el tema de la seguridad ciudadana están los problemas generados por el ocio nocturno. ¿Qué opina del traslado del botellón a los jardines de Méndez Núñez?
—Tengo que reconocer que la desaparición del botellón de la plaza del Humor y la Ciudad Vieja ha supuesto un gran alivio para la vecindad, porque como todos sabemos, cada fin de semana era una auténtica tragedia para los residentes de estas zonas. Ahora se ha dado la circunstancia de que el botellón se hace en los jardines donde, en teoría, no molesta a nadie. Pero esto ya no se trata de si supone una molestia o no, ni tampoco del deterioro de un bien público como son los jardines y su costoso mantenimiento, hablamos de un problema más grave que perjudica directamente la salud de los jóvenes. Por eso creo que se debería eliminar el botellón de cualquier punto de la ciudad. Y se trata de ofrecer alternativas de ocio que acaben con esta práctica, no de montar botellódromos.
—A finales de año entrará en vigor la nueva ordenanza de ruidos. ¿Qué le parece?
—La verdad es que no conozco en detalle las modificaciones de la ordenanza. Lo que le hemos pedido al alcalde es que se escuche la voz de los vecinos antes de introducir cualquier cambio. Sinceramente, es preferible que haya una mala ordenanza que se cumpla a una perfecta que no se llegue a ejecutar nunca.
—Desde el sector hostelero aseguran que los pubs que tengan terraza mantendrán los horarios de las cafeterías.
—Bueno, lo que dice el presidente de la asociación de hosteleros no deja de ser una declaración de intenciones, positiva, pero solo eso. Nosotros no estamos de acuerdo con que los pubs tengan terraza, pero ya digo, todavía quedan muchas cosas por ver.
—¿Algún otro tema de actualidad que le preocupe especialmente a su federación?
—Muchos, además de los ya comentados... Pero también puedo mencionar los que no preocupan en absoluto, como la concesión de honores a Millán Astray. Ese es el sentir general de todos los vecinos. Las familias están muy agobiadas con la crisis y el comercio está ahogado por la caída de las ventas y es lógico que ante esta situación lo de Millán Astray parezca un debate absurdo y estéril. La oposición se equivoca sacando a colación este tema en vez de criticar al gobierno por asuntos más importantes. A este respecto, valoro la postura del portavoz de Esquerda Unida (César Santiso) que, aún estando en contra de los honores, ha preferido centrarse en cuestiones que de verdad preocupan a los vecinos.