“Antes del estreno, estuve a punto de cancelar porque me moría de miedo”

El Ideal Gallego-009

 mónica naranjo
cantante

Mónica Naranjo se viste de glamour el sábado en el Palacio de la Ópera para cantarle a los cincuenta. En su calidad de diva pero sesenta años atrás. Cuando el arte era más arte y todos pecaban de ingenio agudo. Ella será “Madame Noir” en medio de un rodaje y con el público haciendo de extra.

entrevista de marta garcía márquez

¿Qué pasa cuando se juntan una diva de los años cincuenta y una actual? Pues que las dos comparten sin querer la misma afición por reírse, aunque la de ahora no tiene pensado contagiarse del mal de su “tocaya”. De dependencia absoluta a su trabajo. Por eso, se instala en los años cincuenta con la tranquilidad de saber que está en el momento más dulce de su carrera. Donde es ella la que decide el cómo y el cuándo. El por qué lo pone su voz. Punto y aparte.
—Después una primera fecha fallida en el mes de julio, viene a la ciudad siendo “Madame Noir”. ¿Cómo se le ocurrió convertirse en una actriz de los años cincuenta?
—Este año debería haber sido sabático pero como soy un culo inquieto, me puse a trabajar una idea que tenía desde hace tiempo. El tema era seguir trabajando en teatro, que es lo que más me gusta, y se me ocurrió hacer un concierto a piano, algo más minimalista. Sin embargo, cuando empecé con los ensayos pasó que yo estaba acostumbrada a contar historias y la puesta en escena quedaba un poco coja. No encontrábamos la fórmula porque todo era muy bonito pero ya estaba. Así que hablé con el productor y con el director y les convencí para hacer algo más completo.
—¿Ha participado en la construcción del personaje?
—El personaje y la historia son cosa del productor porque mi formación es clásica y como artista acabé Arte Dramático pero me centré más en el mundo de la música. Nunca había usado guiones en escena y apareció Madame Noir, que además de ser un personaje entrañable y cómico, tiene diálogos. El espíritu es un concierto pero, en el fondo, es una comedia. Es muy necesario reírse.
—¿Cómo es Madame Noir?
—Es una estrella del cine de los años cincuenta. Está rozando la menopausia, con todos esos desajustes hormonales que le dan un carácter bipolar. Es sumamente insoportable y esto hace que sea graciosa sin querer. Madame Noir se encuentra en el momento de que todo lo bueno ya pasó y de tener una vida más tranquila, así que después de estar años parada, le surge la oportunidad de trabajar con un artista novel que sufre lo indecible por su carácter pero esto siempre dentro del humor.
—¿Cuál es el repertorio que interpreta esta diva?
—Se trata de un repertorio musical que desgraciadamente no siempre puedo meter en conciertos multitudinarios, canciones de los años cincuenta.
—De alguna manera se enfrentan una diva de antes con una actual. ¿Se llevan bien?
—No, nos llevamos mal. Lo único que compartimos es la risa, pero con ella estoy aprendiendo a saber lo que no quiero ser de mayor y a no depender tanto del trabajo. Para ella, el éxito lo es todo. Yo la veo como una pobre desgraciada.
—En el espectáculo se acompaña de personajes. ¿De quiénes se trata?
—Está su mano derecha, que es “Polvitos”, que la peina y la maquilla desde hace años, y Blondy, que es su asistenta personal y está enamoradísima de su personaje porque ella siempre quiso ser actriz cuando era pequeña.
—Un montaje en el que los espectadores tendrán un papel activo.
—Es una filmación. Estamos en un backstage de un rodaje de los años cincuenta y los espectadores son extras, así que no se va a salvar ninguno. Ellos tendrán que colaborar y hacer lo que les pidamos.
—¿Qué aporta este período a las artes escénicas, además de glamour?
—Fueron los años más mágicos del cine. Los más glamurosos porque era todo arte y había unas ganas de crear tremendas. Como casi no había avances tecnológicos, la gente tenía que ser más ingeniosa para evolucionar.
—Es la primera vez que interpreta a la vez que canta. ¿Cómo se siente?
—Actualmente, el personaje es un regalo para mi carrera porque estoy disfrutando como una enana. Antes del estreno, estuve a punto de cancelar porque me moría de miedo y avisé a la productora que si seguía sin encontrarme, cancelaba la historia y hacía la gira a mi manera. Me aterró la idea de hacer algo tan diferente. Me produjo inseguridad pero desde la productora me dijeron: “Haremos que ames al personaje” y fue verdad porque Madame Noir es muy entrañable. Creo que todos los artistas tenemos la obligación moral de evolucionar todos los días. Llevo veinte años y pienso morirme aprendiendo.
—Pero lo contrario sería la muerte del artista.
—Existe la comodidad. Algunos compañeros prefieren seguir haciendo las mismas cosas. Otros, sin embargo, somos más kamikazes y desequilibrados.
—Dice que Madame Noir está en una etapa más tranquila. De algún modo y después de hacer que España se quitara el corsé con su pop bailable, usted también ha bajado el ritmo.
—Pero ella es esclava y yo no. A día de hoy estoy viviendo el momento más dulce porque puedo hacer lo que me viene en gana y esto es un lujo. Dedico el tiempo que yo quiero a las cosas y puedo estar con mi familia.
—Algo más que difícil en los tiempos que corren.
—Me siento muy afortunada y ¿Qué es el arte si no es libre?

“Antes del estreno, estuve a punto de cancelar porque me moría de miedo”

Te puede interesar