Todo lo que has de saber sobre la criolipólisis

Todo lo que has de saber sobre la criolipólisis
Vientre

En pleno siglo XXI la sociedad cada vez le da más importancia a su apariencia física. Un claro ejemplo reside en el exceso de grasa, el cual trata de ser eliminado a toda costa. Dicho cambio no solo supone una mejora visual, sino que también se traduce en una optimización del bienestar del susodicho.

Y es que acabar con la grasa también deriva en un mejor estado de salud. Aun así, acabar con la grasa localizada no es una tarea nada sencilla. Mediante ejercicio físico, en caso de quemar más kilocalorías de las que se ingieren, es reducida a nivel global en todo el cuerpo.

Afortunadamente existe un método muy efectivo para eliminar esas áreas que se localizan en una parte concreta del cuerpo. Nos referimos a la criolipolisis. Probablemente hayas oído hablar de este término, puesto que en los últimos años ha adquirido bastante popularidad. ¿A qué se debe su éxito?

Tecnología a base de frío

En el sector de la estética siempre han existido métodos cuyos resultados son similares. Sin embargo, antes de la existencia de la criolipólisis, en la mayoría de casos los usuarios –tanto hombres como mujeres– tenían que recurrir a una cirugía. Para muchas personas no es plato de buen gusto lidiar con procedimientos quirúrgicos.

Ante la creciente demanda de los consumidores la evolución tecnológica no tardó en dar sus frutos. Básicamente se utiliza el frío como método de eliminación y de manera superficial. Es decir, el dispositivo bajo ningún concepto penetra en las capas, sino que actúa desde fuera.

Cada célula grasa es tratada bajo un procedimiento de apoptosis. Los tejidos se encapsulan, encargándose el profesional de seleccionarlos delicadamente con tal de mejorar más si cabe los resultados.

Este tipo de tecnología proporciona varias ventajas, aunque una de las más tenidas en cuenta por los usuarios guarda relación con la ausencia de dolor. Antaño decirle adiós a la grasa localizada casi siempre era sinónimo de, como mínimo, tratar con una serie de molestias corporales que acababan pasando factura. En pleno 2020 la criolipólisis se despide para siempre de los dolores.

Resultados

Tal como hemos mencionado anteriormente, el dolor pasa a ser historia. Las únicas sensaciones que quizá aparezcan son las de un ligero cosquilleo, lo cual es comprensible teniendo en cuenta que el área en cuestión ha estado sometida a una cifra extremadamente baja de grados centígrados.

Dependiendo de la zona que deba ser tratada y de la cantidad de grasa puede requerirse tan solo una sesión. En líneas generales el máximo acostumbra a ser de tres. En cualquier caso la duración de las sesiones suele abarcar un mínimo de una hora y un máximo de noventa minutos.

Si el paciente, tras la primera sesión, necesita repetirla en una o dos ocasiones más debe dejar pasar aproximadamente dos meses. Cuando tiene lugar el último tratamiento de criolipólisis basta con dejar transcurrir solamente dos semanas con tal de que los resultados empiecen a evidenciarse.

Poco a poco el sistema linfático actúa a través de un procedimiento fisiológico, reduciendo la grasa del área que ha sido tratada. Después de haber concluido tres meses tras la última sesión de criolipólisis la pérdida de grasa localizada es definitiva, lo cual supone una inyección de moral y autoestima para el susodicho.

La efectividad es máxima indistintamente de la zona tratada. Son numerosas las áreas que puede abarcar un dispositivo de criolipólisis, en el cual profundizaremos en próximos párrafos. Una de las más demandadas es el abdomen.

Aunque depende de la genética, en numerosos casos el exceso de grasa termina acoplándose al cinturón abdominal del que tanto cuesta desprenderse. Algo similar sucede con la papada, los glúteos y los muslos.

Por suerte, las investigaciones y los avances en el sector de la tecnología estética han dado fruto. A día de hoy los aparatos de criolipólisis presentan altísimas tasas de efectividad con todas las zonas mencionadas.

Alquiler de máquina de criolipólisis

Para determinados centros de estética la inversión requerida para hacerse con una máquina de criolipólisis puede ser inalcanzable. Es entonces cuando surge una oportunidad de negocio. Hablamos de la posibilidad de alquilarla. Empresas como Avanxel ponen a disposición de cualquier centro dicha tecnología tan eficiente con dispositivos profesionales que aseguran una máxima rentabilidad.

En plena era digital el boca a boca sigue siendo esencial para el crecimiento de un negocio. Tras las opiniones muy positivas por parte de los primeros clientes que se sometan a este tratamiento no tardarán en aflorar las buenas valoraciones en la red, generándose un mayor interés en acudir al centro estético que dispone de una de estas máquinas.

Por ende, el importe abonado con tal de alquilar un dispositivo de criolipólisis acaba siendo recuperado con creces. Ambas partes salen ganando: las instalaciones obtienen beneficios económicos, mientras que los pacientes le dicen adiós para siempre a la grasa localizada.

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