La cara B de las cifras de peregrinos: "Hai xente que cre que Santiago é un camiño de terra cunha catedral ao final"

Los vecinos del Casco Histórico compostelano ponen el grito en el cielo por los problemas de convivencia y la falta de regulación en las visitas turísticas
La cara B de las cifras de peregrinos: "Hai xente que cre que Santiago é un camiño de terra cunha catedral ao final"
Una de las procesiones de la pasada Semana Santa en Santiago | ELADIO GONZÁLEZ LOIS

La Semana Santa de este año no apuntaba tan alto, pero, contra todo pronóstico, lo ha vuelto a hacer. Ni el mal tiempo ni lo pronto que ha coincidido en el calendario han conseguido que los números de visitantes bajen. De hecho, ha sucedido lo contrario.

 

Según la Oficina del Peregrino, los últimos siete días fueron selladas unas 13.500 compostelas; un número muy similar al de las fiestas de 2023, pero con la particularidad de que el año pasado coincidieron en abril y con una climatología mucho más favorable. Es decir, hablamos de un dato más que bueno en términos  estrictamente objetivos.

 

En lo que va de año, han pisado la piedra del Casco Viejo más de 28.000 caminantes, lo que supone un 66% más que lo registrado a la misma altura del curso anterior. Eso sí, teniendo en cuenta que la pronta celebración de la Semana Santa favorece, y mucho, la estadística.

 

En cualquier caso, atendiendo a las cifras en bruto, no hay ningún debate posible. Santiago está en un gran momento, sigue siendo una ciudad enormemente atractiva para el visitante nacional e internacional y, a pesar de los cambios en las tendencias de consumo, se mantiene como uno de los grandes estandartes del turismo religioso a nivel global.

 

Sin embargo, no hay luz sin sombra. Y en el caso de la capital gallega, esta es alargada, aunque también sinuosa.

 

Peregrinos versus vecinos

 

El presidente de la asociación de vecinos Fonseca del Casco Histórico, Roberto Almuíña, comparte a este medio el malestar generalizado del vecindario y apunta a la gestión de la Catedral como principal responsable de la situación. 

 

 "É un problema vello. Aquí non se está a xestionar o fluxo de visitantes, e o primeiro culpable é a Catedral, porque non xestiona as entradas ao templo. Tradicionalmente, podíase entrar polo Obradoiro, a Inmaculada ou Praterías. Agora, só se pode Praterías. Ademais, non hai establecido ningún circuíto de acceso. Deshiníbense completamente", explica el portavoz de los residentes de la Ciudad Histórica.

 

Ante esto, los vecinos proponen una solución. "Sería bo, por exemplo, que se seguise un plan para xestionar os fluxos que veñen. Ao mellor, hai que poñer limitacións horarias ou abrir outras portas da Catedral".

 

Al ser preguntado por el sentir de las personas que conviven día a día con los peregrinos, el representante vecinal confirma lo esperado: "o que non queremos é vernos inundados de persoas entrando por todos os lados; con bicicletas polo medio da xente". Además, añade que "Santiago é unha cidade tranquila onde nos gusta vivir sen algarabía", para manifestar su descontento con los cánticos de "xente berreando pola rúa durante toda a Semana Santa".

 

Otro punto de fricción es la hostelería. En relación a ella, Almuíña apunta a la problemática de las terrazas explicando que algunos locales "obstrúen os soportais, porque os módulos son de catro persoas, non de oito nin de dezaseis". Para corregir la situación que acusa, el presidente de la Asociación Fonseca propone "aumentar a presencia policial na zona".

 

"Aquí a Policía está desaparecida. E se non hai autoridade, non hai quen recorde as obrigas do civismo"

 

Una de las grandes apuestas de este Gobierno local es el cambio en el modelo turístico, tal y como presentaron en Fitur hace solo un par de meses. Sin embargo, los vecinos no notan ningún cambio. Relatan que "as cousas seguen exactamente igual". 

 

 

 

 

Aunque comprenden que las campañas no surten efecto inmediato, tienen claro que es necesario un cambio integral en el tipo de publicidad que se hace del Camino de Santiago. Según su punto de vista, la promoción que se hace actualmente de él es "totalmente prexudicial para a cidade".

 

"Hai xente que cre que Compostela é un camiño de terra cunha catedral ao final", comparte Almuíña, para insistir en que "hai que poñer en valor outras cousas e diferenciar a promoción de Santiago do que é o Camiño".

La cara B de las cifras de peregrinos: "Hai xente que cre que Santiago é un camiño de terra cunha catedral ao final"

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