Cambre sí tendrá Galaicoi este 2025. Una convocatoria extraoficial pero igualmente cuidada, según los cánones establecidos en el estreno de 2016. El asociacionismo no se conforma con esperar al año que viene, como sugieren desde el consistorio y, a pesar de la cancelación del evento por parte del Gobierno de Diana Piñeiro por cuestiones administrativas, alrededor de una veintena de colectivos de todo el municipio organiza una romería alternativa para reivindicar su historia, apuntalar su identidad y ensalzar su castro, al que, aún sin colaboración institucional ni desfile por carecer de autorización y medios para cortar la circulación en la vía, volverán a subir este sábado, día 19.
La romería se desarrollará en terrenos particulares –sus titulares los ceden para la ocasión e incluso los desbrozaron– y con los clanes vestidos de castrexos, con sus enseñas, sus escudos y sus armas como manda la tradición, sin mucha infraestructura –ni cabañas ni romanos– pero con todo el entusiasmo, música y actividades para los niños, los que más disfrutan de Galaicoi.
En cualquier caso, a las 21.00 horas como máximo deberán estar de vuelta en el centro al no disponer de alumbrado en el castro, pero hasta esta circunstancia se la toman con humor: “Más castrexo imposible este Galaicoi”.
Este martes, representantes de las asociaciones implicadas mantuvieron un encuentro con la alcaldesa, que reiteró que no había otra salida que cancelar, no por una cuestión económica, sino porque no cuenta con los servicios necesarios ni la capacidad para contratarlos al “estar atados de pies y manos” dada la situación del Ayuntamiento de Cambre. Con todo, según pudo saber este diario, en el último momento, desde la entidad municipal se comprometieron a valorar algún tipo de colaboración en materia de infraestructuras de las que disponen para Galaicoi.
Durante la tarde también habrá foliada y asamblea de clanes, que es una de las escenas más características de este evento, que evoca la vida en el siglo I, toda vez que “está sobradamente documentado que durante la romanización Cambre no solo fue un sitio de paso para los romanos”, sino un centro “de residencia y de convivencia con castrexos”, y aquí todavía conserva la villa romana cerca de la iglesia y el castro de Santa María.