El viejo dilema de las boinas y los birretes

Hubo un tiempo en el que el PP gallego se dividió en dos facciones. De un lado, estaban los de la boina, que representaban a ese rural en el que tantos votos cosechaba la formación. Del otro, los del birrete, urbanitas ellos, que aspiraban a imponer su teoría de la política y a modernizar la formación. Nunca quedó muy claro quien ganó en aquella pugna, tal vez, el secreto del éxito del PPdeG es que supo compaginar ambas sensibilidades sin que ninguna se sintiera desplazada. Y, ahora, vemos que en la política nacional estamos de nuevo ante esta dualidad. Y Pablo Casado apuesta por ponerse la boina y presentarse como el líder de un partido de campo frente a una izquierda que, a falta de birrete, la ha bautizado como la del caviar. El problema es que, en este caso, unos y otros, por desgracia, parece que están bastante alejados de la realidad del problema del rural. FOTO: Casado, con vacas al fondo | efe