A ver, a ver, que tienen todo el derecho del mundo, ¿eh?, Sr. Castelao. No vamos a ser nosotros quienes les quitemos la ilusión. Y fíjense ustedes que Castelao habla de “vellos”, no de “vellas”. ¿Por qué será? Seguro que porque las “vellas” son más listas y a ciertas edades ya no aguantan a nadie. Pues, siguiendo con los “vellos”, resulta que los pobriños siempre van a enamorarse de mozas veinte o treinta años más jóvenes que ellos y claro, pasa lo que pasa, que no les siguen el ritmo. Primero, tienen que ser padres a la edad de ser abuelos, porque sus parejas son unas pollitas y, claro, quieren ser madres. Después, tienen que amoldarse a los tiempos que corren e ir a conciertos de raperos y pachangueros cuando preferirían estar en casa viendo el “parte”. Y todo esto en el mejor de los casos, porque, en el peor, cascan antes de lo debido por esfuerzos coitales. Como para pensárselo, señores “vellos”…