La vicepresidenta tercera (la verdad es que este es un Gobierno lleno de vicepresidentas) y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, asegura que la relación con Argelia es fluida. Lo dice por el cabreo que hay en el país africano después del cambio de postura de Sánchez sobre el Sáhara. Y, además, según la señora Ribera, el suministro de gas está garantizado. Y la verdad es que en esto tiene razón. Argelia no se va a pegar un tiro en el pie y no va a cortar el suministro de gas a sus principales compradores. Sin embargo, lo que no explica Teresa Ribera es que, como ya señalaron desde Argelia, España ya no tendrá un precio preferente en ese combustible que tanta falta nos hace. En breve podremos comprobar cómo estas “relaciones fluidas” afectan a la ya exhausta cartera de los ciudadanos españoles.